DESMITIFICANDO EL DUELO INFANTIL (PARTE II)
- Ian de Psique Centro de Psicología
- 21 may 2019
- 2 Min. de lectura

Hace unas semanas empezamos a desmitificar el duelo infantil y aprendimos tres aspectos claves. Que ellos sí se dan cuenta, que lo viven con la misma intensidad con la que podemos vivir los adultos una muerte y que cuando no hablamos de lo triste y doloroso que es perder a un ser querido no les estamos protegiendo. (véase post I parte)
Los que tenemos peques por casa, ya sean hijxs, sobris o nietos, sabemos que en muchas ocasiones estos pequeñajos nos sorprenden y llegan incluso a darnos alguna lección que otra. Y es por ello que vamos a cambiar el chip y vamos a dejar de subestimar la capacidad infantil de entender y procesar el duelo.
Así que lo primero y más importante que os propongo hacer a partir de ahora es empezar a hablar de la muerte con la naturalidad que se merece. Pues absolutamente todos moriremos en algún momento. El elixir de la eternidad o inmortalidad no existe. Es una realidad biológica de todo ser vivo, es la fase final de nuestro ciclo vital, siendo su causa el cese de las funciones vitales. Por tanto, la muerte es UNIVERSAL Y CAUSAL ¿Por qué temerlo o darle ese halo oscuro que rodea a la muerte muchas veces?

Es importante preguntarles qué saben sobre ello aprovechando algo cotidiano que se nos pueda presentar de manera natural en nuestro día a día, como estar viendo una peli o viendo las noticias donde aparezca algo relacionado con este concepto. Así conoceremos de primera mano por dónde podemos empezar. Los peques son muy literales y no es de extrañar que puedan comparar la muerte con estar dormido y pensar que se puede volver de este estado. Este punto de la IRREVERSIBILIDAD es clave trabajarlo con ellos y tener cuidado de lo que les decimos o cómo les explicamos qué es la muerte, pues se tiende a decir “que se ha dormido para siempre, se ha ido de viaje o está en el cielo”. Parece muy aparatoso pero estos tres conceptos, causalidad-universalidad-irreversibilidad, son la clave para sin tapujos saber explicarles bien el concepto pues niños de entre 3 y 6 años los entienden perfectamente. Hay cuentos geniales que nos pueden ayudar como por ejemplo “Siempre” de Ana Galan y Marta Sedano para nenes a partir de 3 años, el de “Soy la muerte” de Elisabeth Helando y Marine Schneider para niños a partir de los 5-6 años o “Para siempre” de Camino García para más de 7-8 años
Otra de las maneras más naturales de vivir el proceso de duelo es dejando que estén presentes y sean parte del nuestro. Cuando no mostramos nuestra propia tristeza y dolor como adultos ante la pérdida de un ser querido les podemos estar diciendo, sin querer, que esas emociones y sentimientos por los que ellos también están pasando no son normales y que la manera de procesar todo ese dolor se debe hacer de forma solitaria.
Y con todo esto simplemente os invito y reto a generar nuevas herramientas en este duro camino de la crianza y a atreveros a hablar con vuestros peques de la muerte.
Si te ha gustado y crees a otros papis les va a venir genial saber sobre el tema comparte :)
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