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YO ASERTIVO - YO FELIZ


La Asertividad es la capacidad de expresar sentimientos y pensamientos hacia otra persona sin el objetivo de dañarla, con el fin de velar por nuestros derechos como persona. Anteponiendo mis deseos como prioritarios sin temor a que la otra persona se enfade o piense mal de ti.


¿Te has preguntado por qué dices SÍ cuando en realidad quieres decir NO? ¿Qué es lo que hace que no expreses lo que realmente deseas? ¿Qué es lo que lo impide?


Realmente existen varias respuestas pero todas tienen que ver en las creencias que tienes sobre qué pensará el otro de ti. Es decir, lo que nos bloquea y no nos deja contestar sí son nuestros miedos a las reacciones de los demás.


Pregúntate cuál es motivo del por qué no eres sincero con tus deseos. Si te das cuenta antepones los deseos de los demás a los tuyos, por el hecho de que “me sabe mal decirle que no”. Y eso se traduce a: ¿y si se enfada conmigo? ¿Y si piensa mal de mí? ¿Y si cree que soy un grosero?....


Además es curioso cuando tú pides algo y te dicen que no te enfadas. Realmente están en su derecho de decir que no, aunque tu creencia irracional te dice que: “Tú deberías devolverme el favor porque yo siempre te los hago a ti”. ERROR. Realmente, el que actúa mal eres tú.


Y todo esto hace que nos sintamos mal, dándole vueltas a las cosas y como resultado nos produce malestar, y con ello, porque no decirlo, nos sentimos infelices.


Como he comentado antes, la asertividad es una habilidad y como tal se puede aprender. Si empezamos a velar por nuestros derechos, luchar por lo que realmente deseamos, nos sentiremos mejor con nosotros mismos.


Aprendamos a ser empáticos, ponte en el lugar del otro, expresa que le has escuchado, que entiendes su malestar, pero si tú tienes otras prioridades, éstas van antes que las de las demás.


Vamos a poner un ejemplo: tienes planes para esta noche, te vas al cine con unos amigos, y te llama tu vecina pidiéndote si te puedes quedar con sus hijos un rato que se va a comprar. Si aprendemos a ser asertivos le diríamos algo así: “Entiendo que tengas que ir a comprar, pero he quedado con unos amigos, si quieres otro rato, si es posible me los quedo”.


Otra situación donde podemos ser asertivos y con ello evitar discusiones es cuando es importante para mí expresar aquello que me ha sentado mal, es decir, emitir una queja. Puedo expresarlo sin estar enfadado sino para que la otra persona entienda que lo que ha dicho o hecho no me ha parecido bien. Esto es importante para evitar los reproches.


Si aprendemos a ser asertivos en situaciones que nos producen malestar, nos ayudará a reafirmar nuestra autoestima, y con ello, a ser más felices.


¿Lo intentamos?

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