Cómo afrontar las fiestas
En un par de semanas vamos a ser bombardeadas de estímulos que nos anunciarán que la Navidad ya ha llegado. Desde calles iluminadas decoradas con grandes árboles, música y un sinfín de anuncios de productos para la época de más consumo. Y no solo un consumo de compras exageradas, sino que también un consumo de comida y bebida diferente al habitual durante el resto del año.
Esta es una época de tradiciones familiares, culturales, de actos sociales con amistades y/o comidas y cenas de empresa. Para muchas personas es una época preciosa en la que se comparte tiempo, regalos, en la que se reencuentran con familiares y amistades, pero para muchas otras personas es un periodo difícil que genera ansiedad, preocupación y un gran malestar que puede parecer muy largo.
Las personas que padecen un trastorno alimentario como anorexia, bulimia o trastorno por atracón empiezan a anticiparse a ese malestar que saben que puede aparecen durante esta época festiva.
Algunas de las emociones principales que les genera la planificación o la incertidumbre de cómo pueden darse las fiestas son ansiedad, sentimiento de soledad y culpa.
La ansiedad suele aparecer cuando se empiezan a planificar fechas, eventos o menús para las comidas y cenas. Hasta el punto de no querer asistir a estos actos sociales, aislándose o perdiéndose y no disfrutando, evitando así el malestar que les pueda generarles afrontar tener delante unas cantidades de comida o tipos de comida, cambiando sus rutinas; comentarios de personas o familiares relacionados con comida y cantidades, sobre el físico o dietas. Pero esta evitación no es una buena idea, ya que las personas con trastornos alimentarios tienen que enfrentarse a sus “monstruos” para poder vencerlos. Y es que la evitación va a reducir esa ansiedad a corto plazo, pero a largo plazo conseguiremos que ese malestar vaya creciendo.
Tanto si padeces un trastorno alimentario como si eres un familiar o persona cercana a alguien que lo padece, presta atención a las siguientes pautas y consejos que te recomendamos. ¡Apunta, que te interesa!
Para la persona que padece un trastorno alimentario:
1. Recuerda que las fiestas terminan y que ese malestar tiene caducidad, no es eterno.
2. Para reducir la ansiedad anticipatoria, habla de aquello que te preocupa con una persona de confianza.
3. Planifica y acuerda con tu familia el menú poco tiempo antes de los eventos, para no tener la sensación de pérdida de control durante las comidas y no prolongar el
malestar. Pero sé flexible.
4. Haz cosas que te ayuden a mantenerte ocupada y que te proporcionen placer, autocuidado y calma durante todo el periodo.
5. No dramatices, es una época para disfrutar. Céntrate en cosas de la época que no tengan que ver con la comida ni el físico, como las amistades y las tradiciones familiares.
6. Recuerda que la restricción alimentaria aumenta el riesgo de atracón.
7. Acuerda con tus familiares o persona de confianza que te sirva la cantidad de comida acordada.
Para las personas que acompañáis:
1. Infórmate lo suficiente sobre el trastorno y en el momento por el que esa persona esté pasando, en la fase del tratamiento o cómo lo está gestionando.
2. No juzgues, escucha, observa y muéstrate accesible para hablar y acompañar. Establece un espacio de seguridad y confianza.
3. Si eres familiar cercano, traza junto con la persona un plan de soporte emocional durante las comidas. Puede que en algún momento necesite levantarse de la mesa y hablar de lo que está sintiendo.
4. Si lo crees necesario, y siempre con consentimiento de la persona que padece un trastorno alimentario, hablar con los invitados sobre el trastorno puede ayudar a entender los sentimientos y la conducta de la persona afectada, además de evitar comentarios desafortunados sobre la ingesta o el físico.
5. Planifica alguna actividad al terminar de comer, para que la sobremesa no se alargue y el malestar que genera estar delante de la comida no se prolongue.
6. Puede que las cosas no siempre vayan según lo previsto, no te angusties. Trata de disminuir la preocupación y la culpabilidad que pueda experimentar la persona. Intenta transmitir calma, serenidad y apoyo incondicional.
Es importante que las personas que acompañáis estéis informadas sobre el trastorno y las dificultades que pueden aparecer en estas fechas para comprender y acompañar a la persona. Cada caso de trastorno alimentario es único y precisa de un tratamiento personalizado.
Si tienes dudas de cómo acompañar a una persona que padece un trastorno alimentario, ponte en contacto con el/la profesional que lleva su caso (con su consentimiento). Acompañar también es trabajar rumbo hacia tu bienestar.
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