EL VERANO ESTA A LA VUELTA DE LA ESQUINA
El curso académico está llegando a su fin y con esto en casa aparecen nuevas cuestiones. El verano, generalmente, es muy bien recibido por su relación con las vacaciones, sin embargo, en muchas familias aparece una gran duda ¿qué puedo ofrecer a mis hijos para que mantengan una buena rutina e interaccionen con otros niños? Combinar las vacaciones de nuestros hijos y una jornada laboral a veces es complicado, por lo que nos vemos forzados a buscar alguna actividad que ofrecerles.
Como hemos comentado, este momento plantea algunas dudas en el hogar, sobre todo cuando detectamos que la timidez es un rasgo de personalidad muy característico en nuestros hijos. Esto añade mayor preocupación a los papás que se ven forzados a inscribir a sus hijos a alguna actividad durante la época estival. Entonces, aparece la siguiente cuestión: ¿Hacemos bien apuntando a nuestros hijos a actividades conociendo la incomodidad que le genera relacionarse con otras personas o mejor lo mantengo en su zona de confort porque le aporta una mayor sensación de seguridad? La respuesta es: ‘Sí, puede ser positivo, pero con matices’.
La timidez es una característica que describe un rasgo de la personalidad, por tanto, es recomendable que el entorno familiar respete las necesidades del niño y que comprendan que él tiene su propio ritmo en aquellas situaciones que presentan un componente social.
El periodo de la infancia representa una etapa de evolución y aprendizaje que ofrece la oportunidad de entrenar esas características que nos pueden llegar a condicionar en un momento determinado. Por ello, es muy positivo que los niños tímidos interactúen y ‘entrenen’ sus habilidades sociales con otros niños. Un gran ejemplo de la importancia de esta interacción ha sido la pandemia, la cual debido a las restricciones, ha aumentado el número de consultas en cuanto a habilidades sociales en los niños.
Pese a la importancia de propiciar estas situaciones, como padres es muy complicado exponer a los niños a situaciones que conocemos que pueden ocasionar emociones desagradables. Por ello, a continuación os planteamos algunas pautas que podéis implementar en el entorno familiar para ayudar a los más pequeños a trabajar en su timidez.
1. No pongas etiquetas.
Definir y presentar a un niño como tímido, puede condicionar. Intenta propiciar que sus interacciones sean en entornos en los que se encuentre cómodo, hay competencias transversales que pueden ayudarlo. Por ejemplo, si se siente seguro jugando a fútbol, esta actividad puede ayudarle a centrarse en la actividad y no en la ansiedad que le genera la interacción social, propiciando así una mayor interacción.
2. Sí, intenta sacarlo de su zona de confort.
El entorno familiar puede ofrecerle interacción con otros niños, pero es importante ampliar sus interacciones. A mayor variedad de personas, mayor número de oportunidades. Es importante que más allá del colegio y del hogar, el niño pueda asistir a actividades extraescolares donde ponga en práctica sus habilidades sociales (tanto durante el curso como durante el verano). Recuerda adaptarlas a las necesidades y gustos de tu hijo, a más afinidad, más comodidad.
3. Sé un modelo de interacción.
Puedes hablar con tu hijo de momentos en los que te has sentido incómodo y explicar cómo lo has afrontado. Los libros o las películas también son una buena opción para que tu hijo se sienta identificado y adquiera conocimientos.
4. Sed un equipo.
No intentéis evitar las situaciones que le generan incomodidad, intentad diseñar juntos el mejor plan de actuación. Respetando su ritmo y estilo de interacción, podemos plantear con él un plan que integre sus propios recursos y habilidades para afrontar la situación.
La planificación puede marcar una diferencia positiva en una experiencia concreta. Hay que tener en cuenta cualquier factor que puede hacer que se sienta más cómodo: la ropa con la que mejor se siente, si quiere llegar el último o el primero a algún evento, si quiere ir acompañado por algún amigo concreto...
5. Es positivo practicar dentro de la zona de confort.
El entorno familiar es un espacio que aporta seguridad. Por ello, las relaciones con sus iguales en el ámbito familiar ofrecen el contexto ideal para desarrollar las habilidades sociales en un marco de confianza. Así, también es recomendable que tenga la posibilidad de invitar a aquellos amigos con los que se siente más cómodo y que pueda practicar y entrenar todas sus habilidades sociales.
Exponer a nuestros hijos a situaciones que los sacan de su zona de confort, suele ser estresante para los papás. Esperamos que estas pautas os puedan ayudar a trabajar desde casa la timidez.
Es cierto que en la timidez influyen otros factores, como la autoestima o la capacidad de gestión emocional. Por ello, si lo consideráis conveniente, también puede ser recomendable acudir a un profesional que diseñe un plan de intervención individualizado que trabaje todas las competencias necesarias, rumbo hacia vuestro bienestar.
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