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El blog de hoy trata sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria y los factores que pueden nfluir en su aparición.
En la actualidad son varios los investigadores que han llegado a la conclusión de que para padecer un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA en adelante), existen diversos factores que pueden concurrir. Por una parte, los factores personales.
Con ello nos referimos al estilo de pensamiento (en muchas ocasiones presentan un estilo caracterizado por ser rígido e inflexible). A su vez destaca la dificultad a la hora de reconocer y gestionar las emociones, tener una baja autoestima sumado a un pobre auto concepto, preocupación por la imagen corporal o por el peso, elevada autoexigencia y perfeccionismo… etc.
Unido a los factores personales podríamos hablar del factor genético. Se ha investigado que el sexo femenino y determinados rasgos de personalidad como la impulsividad y/o el perfeccionismo vienen dado genéticamente y están más relacionados con padecer un TCA.
Muy ligado a los factores personales están los acontecimientos vitales que atraviesa cada persona, desde complicaciones perinatales (antes o inmediatamente después del nacimiento del bebe), la influencia de las relaciones durante la infancia y la adolescencia, así como el desarrollo sexual posterior. En esta etapa es de vital importancia la existencia o no de críticas sobre el cuerpo o si existe en el entorno presión por adelgazar, ya que ambos son considerados factores importantes a la hora de desarrollar insatisfacción con la imagen
corporal de uno mism@.
Como acontecimientos vitales de mayor gravedad muy unidos al desarrollo de un TCA destaca haber padecido maltrato o abuso sexual. Ambas pueden incidir en tener una baja autoestima así como en el rechazo o desagrado hacia el cuerpo.
Cuando hablamos de influencia familiar en el desarrollo de esta patología podemos tener en cuenta determinados estilos de crianza. Alguno de los más relacionados seria la sobreprotección, así como en el otro extremo, el exceso de comentarios críticos respecto tanto al físico como a la personalidad de la persona. Por otro lado, cuando ya hay un familiar con TCA dentro de un núcleo familiar, se ha observado que suele haber de base problemas familiares (o bien en la relación entre los progenitores, o con los propios hijos), otras patologías (padres con problemas de alcoholismo, depresión o ansiedad).
Uno de los factores que más relevancia tiene en esta problemática es sobre todo la influencia social. Esta influencia es y está siendo cada vez más responsable entre los más jóvenes en desarrollar esta patología. Algunos ejemplos de esta influencia son: la industria estética potenciando cada vez en mayor medida los retoques estéticos, provocando que el ideal de belleza sea sinónimo de esto, así como que la delgadez sea una característica asociada al éxito.
Todo ello puede verse reforzado mediante la publicidad. En la actualidad podemos ver como los medios de comunicación y la publicidad en si, muchas veces ejerce presión hacia el cuerpo delgado como único canon de belleza.
Por último otros factores de riesgo serían aquellas actividades deportivas cuya finalidad es promover un estado físico de bajo peso que pueda incidir de forma negativa a nivel tanto psicológico como a nivel fisiológico, siendo el causante de malestar hacia el propio cuerpo o incluso de obsesionarse con el deseo de querer cambiarlo mediante modificaciones lejos de ser sanas.
Asi pues podemos concluir que los principales factores de riesgo que podrían contribuir en mayor medida a establecer un determinado grado de vulnerabilidad en determinados pacientes pueden englobarse bajo varios grupos: genéticos y personales, familiares, sociales, actividades deportivas de riesgo y haber vivido determinados acontecimientos.
Si crees que alguien a tu alrededor o incluso tu mismm@ puede estar pasando por un momento de vulnerabilidad, desde Ian de Psique podemos acompañarte en el camino hacia tu bienestar.