top of page

EL DUELO INFANTIL EN NAVIDAD

¿ Como afrontar esta época tan señalada?





Ha llegado diciembre y con él ha venido a nuestra mente un tema concreto: la Navidad. La Navidad conlleva unas fechas que generalmente se asocian a emociones agradables, como la ilusión, el entusiasmo y las ganas de compartir la alegría con nuestras familias.


Sin embargo, hay un tema que es muy difícil de gestionar: las ausencias. La pérdida de un ser querido es algo doloroso para todos los integrantes de una familia. La mayoría de adultos disponen de diferentes herramientas para gestionar las emociones que derivan de esta situación tan complicada, pero al dolor de la ausencia en muchas ocasiones se le suma la preocupación por cómo gestionar la falta de este ser querido con los más pequeños de la casa, los niños.


A continuación, exponemos algunas recomendaciones para que podáis resolver las diferentes cuestiones que han podido surgir ante una situación tan complicada.


En primer lugar, suele aparecer la siguiente duda ¿es conveniente hablar de la ausencia de un familiar en las próximas navidades? Pese a que puede ser algo complicado, es positivo poder expresar cómo nos podemos sentir en estas fechas. No es recomendable ‘fingir’ emociones sólo porque las Navidades se relacionen con emociones como la alegría y la ilusión. Hablar de nuestras emociones, tanto agradables como desagradables, fomentará que los niños comprendan lo sucedido y las consecuencias que esto puede tener en estas festividades, así como la expresión de sus propias emociones. Evitar el tema de conversación puede conllevar que el pequeño saque sus propias conclusiones y dificulta que atendamos sus necesidades a nivel emocional. Debemos adaptar la forma de transmitir la información a cada niño, pero siempre será recomendable explicar bien la situación de pérdida para evitar conclusiones erróneas (como: ‘el abuelo no vendrá estas Navidades, pero sí las siguientes’ o ‘¿la tía no ha venido porque está enfadada con nosotros?’).


Por otro lado, es cierto que la situación puede conllevar confusión en los niños y en ocasiones pueden mostrar enfado, tristeza o, en general, una gran labilidad emocional. En estos momentos, es importantes atender al niño con demostraciones de cariño, dedicándoles tiempo y atendiendo sus emociones pero, sobre todo, evitemos invalidar emociones (‘es Navidad, no puedes estar triste’), respetemos la forma de cada uno para expresar su dolor, estas frases pueden hacer que el niño inhiba esa expresión emocional y no nos permitirá atenderlo.


En segundo lugar, las ausencias conllevan cambios en la estructura y en la organización de estas festividades. Por ello, también es recomendable que se incluyan cambios positivos que implique a los pequeños en la toma de decisiones. La participación de los niños en las decisiones navideñas ayudará a anticipar cualquier tipo de cambio, reducirá su confusión y nos ayudará a atender sus emociones en el proceso de cambio y adaptación a las nuevas costumbres.


La introducción de nuevas costumbres no significa que debamos cambiar completamente todas las costumbres familiares. También es positivo que llevemos a cabo las tradiciones en las que también participaba la persona ausente, esto ayudará a la elaboración del duelo. Cabe diferenciar que es importante recordar, pero sin resaltar la ausencia de esa persona (por ejemplo, respetando su sitio vacío).


Las primeras Navidades tras la pérdida de un familiar siempre son muy duras para todos los integrantes de la familia. Sin embargo, no reunirse con la familia dificulta el duelo y supone un gran sufrimiento a nivel emocional, ya que pasamos a echar de menos a muchos otros integrantes y perdemos la oportunidad de disfrutar del resto de familiares.


Desde nuestro centro, te animamos a aplicar las pautas detalladas anteriormente y esperamos que, tras pequeñas adaptaciones, puedas disfrutar de estas fechas tan señaladas, siempre rumbo hacia tu bienestar.


35 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page