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Foto del escritorEva Fabado

DEPENDENCIA EMOCIONAL DENTRO DE LA PAREJA


Cuando el rumbo de mi vida depende emocionalmente de mi relación de pareja.







Los románticos nos han vendido a lo largo de la historia la idea del amor incondicional, pero en el amor no todo vale. No podemos renunciar al yo y perdernos en el sufrimiento, dejándonos a merced del otro. Y es que el amor verdadero no ha de doler, ni ha de hacerte

sufrir más allá de unos límites racionales que han de respetar tu esencia y tus deseos.


Tienes derecho a ser amado como tu desees y a que se respeten tus innegociables. Tienes derecho a un amor sosegado y tranquilo, sin renunciar a lo que eres, lo contrario, puede ser enfermedad o adicción. Hay que encontrar el equilibrio entre el corazón y la razón.


Es lógico que haya momentos en los que en las relaciones interpersonales en general pasemos a un segundo plano, sin embargo, cuando la ayuda y/o sacrificio por el otro es desmedida, entramos en el terrible mundo de la codependencia.

Pueden existir pensamientos negativos respecto a uno mismo gestados normalmente en la infancia, que pueden alterar las relaciones afectivas y propiciar un amor irracional, los cuales explicarían la aparición de muchos miedos irracionales, como por ejemplo, el miedo a perder el soporte psicológico del otro o no sentirse protegido provocando una entrega irracional asociada con una sensación de incompetencia y baja auto-eficacia, es decir, el sentimiento de no poder enfrentarse a la vida sin el otro. Y ¿ cómo me siento? débil, incompetente, indefenso, y el necesitar a alguien más fuerte que yo para poder seguir viviendo.


Este apego desmedido en ocasiones deviene de una historia de vivencias pasadas de carencias emocionales e incluso maltrato o abuso. ¿Qué buscan las personas dependientes que han padecido esto?, pues relaciones estables y permanentes, haciendo lo que sea a toda costa por miedo a volver a sufrir el abandono.


Afortunadamente hoy en día podemos decir que estamos superando el pensamiento de la renuncia a uno mismo como un ideal, para pasar al querer y no deber conyugal, y el amor propio ya no es incompatible con el amor al otro. Y es que para poder amar bien al otro, hemos de amarnos a nosotros mismos en primer lugar. Es un “quererte queriéndome a mí mismo”, “es un querer para el otro lo que quiero para mí”. Y es que la autoestima es imprescindible en el amor, y tiene los siguiente valores: respeto, solidaridad, reciprocidad y

autonomía. Son innegociables para el que se ama así mismo y para poder construir una relación estable y satisfactoria.


En las relaciones de pareja en las que existe dependencia emocional, el dependiente siente unos deseos desmedidos de asegurar la relación, poseer al otro, es ponerse detrás para priorizar las necesidades de la pareja y se siente un miedo atroz a la ruptura y al abandono, y a pesar de la infelicidad que se siente no pueden dejar la relación, lo que provoca un desgaste inmenso a todos los niveles.


Cuando la dependencia se da fuera de la pareja y en general en otros tipos de relaciones, nos encontramos siempre con personas con baja autoestima, vacío existencial, soledad y estados de ánimos negativos. Por ello, es importante en estas circunstancias, acudir a un buen profesional, quien tras una adecuada evaluación deberá llevar a cabo un proceso de

intervención principalmente basado en reestructuración cognitiva, trabajo en habilidades sociales, psicoeducación y reforzamiento de la autoestima.


Para ello, es importante empezar a revisar las creencias que la sociedad actual nos ha inculcado sobre el amor romántico y tenemos grabadas a fuego, habremos de desaprender y aprender de nuevo las diferencias entre el buen querer y todo aquello que nos han enseñado del tipo de ‘el amor todo lo puede’ o como nos canta Amaral ‘sin ti no soy nada’. Es importante igualmente será abrazar nuestra parcela de independencia, decir no a lo que no estemos dispuestos o no queramos, relacionarnos con quien nos apetezca y nos haga bien, disfrutar de nosotros mismos en soledad, comunicarnos con asertividad y no aceptar recibir menos de lo que damos.


Si crees que te podemos ayudar, ponte en contacto con nosotros, evaluaremos tu caso y estableceremos un programa de tratamiento para que puedas tener relaciones interpersonales en las que lo más importante sea el bienestar, el respeto y el amor, y te ayudaremos a que dejes de ser dependiente emocionalmente y pongas rumbo hacia tu bienestar.



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