Qué fácil es decir la palabra “no” para algunas personas y que difícil puede ser para otras, ¿verdad?
Hoy en día, vivimos en una sociedad que se ha asociado decir “no” con el hecho de “ser mal padre o madre” y esto asusta muchísimo. A muchos de los papás, les cuesta negar las peticiones de los hijos e incluso, son permisivos para satisfacer las necesidades de los más pequeños.
Hay que tener en cuenta que los papás son el primer modelo a seguir para los hijos, son el puente entre ellos mismos y la sociedad. Debido a ello, es de gran importancia que los cuidadores principales aprendan a negar algunas actividades sin el sentimiento de culpabilidad porque en una familia se deben seguir unas normas básicas, así como establecer límites. Pero, no se recomienda ser excesivamente rígidos prohibiéndoles peticiones sin ningún tipo de criterio.
Por tanto, como papás adultos tenemos que observar y analizar cada situación, establecer unos límites y normas básicas para mantener el orden en la familia
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