A LA DERIVA: CUANDO NO TENEMOS OBJETIVOS

Una de las cosas que suceden en un inicio de año son las propuestas que cada uno se promete que va a hacer durante los próximos meses, objetivos a corto y medio plazo. Y la mayoría de ellos se quedan en eso, en autopromesas sin cumplir.

Sería interesante averiguar cuál es el motivo del porqué no se cumplen, y seguramente tiene que ver con el grado de motivación e implicación que tiene la persona hacia ese objetivo. También es cierto que si el objetivo no está bien definido, nos perdemos por el camino.

Está comprobado que cuando alguien no tiene objetivo, su día a día es marcado por su piloto automático, tiene una sensación de malestar, como un barco a la deriva sin rumbo.

Muchas personas me dicen que su día a día está lleno de obligaciones. ¿Realmente es así? ¿No podemos hacer nada? Logra buscar un momento al día que te acerque a aquello que quieras conseguir.

“¿Podrías decirme que camino debo seguir para salir de aquí? Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar. No me importa mucho el sitio. Entonces tampoco importa el camino que tomes….” Alicia en el país de las maravillas

Tal como se ve reflejado en esta escena es importante ponernos objetivos para saber qué dirección tomar, tener un camino.

Los valores son la brújula que debemos usar

Aquellos objetivos que logran ir alineados con nuestros valores serán aquellos que realmente habrá un compromiso por conseguirlos.

Pregúntate, ¿Para qué quiero lograr ese objetivo? Seguramente detrás obtendrás ese valor, aquello por lo que realmente te importará moverte.

Cuando pensamos en un objetivo bien definido, de alguna manera nuestras acciones van a ir encaminadas a lograrlo. Es como que nuestras energías van hacia esa dirección.

Por tanto, es importante fijarnos objetivos bien definidos, para elaborar un rumbo y un plan para conseguirlo. De esa manera nos facilitará a sentirnos mejor con nosotros mismos y salir de la sensación de estar perdido.

Nos encantaría acompañarte Rumbo hacia tu Bienestar