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Foto del escritorIan de Psique Centro de Psicología

CUANDO NUESTROS PEQUES SE HACEN MAYORES


¡Y en un abrir y cerrar de ojos nos encontramos a mitad de agosto! ¿qué rápido pasa el tiempo verdad? Algo así ocurre cuando nuestros peques se hacen mayores y, de repente, ya son unos adolescentes en potencia.


Esta etapa se define básicamente por su dificultad en las relaciones entre padres e hijos. El niño o niña que más o menos obedecía, que era tan familiar y que le encantaba pasar tiempo con su familia y era feliz brilla ahora por su ausencia. Ahora parece alguien desconocido que está constantemente a la defensiva y enfadado con el mundo, que prefiere estar con los amigos y que encima desafía las normas que vosotros establecisteis hace tiempo. ¡Si… es una etapa bastante complicada! Pero, no solo para vosotros como papis. Es también, bastante complicada para ellos. De repente, sin saber cómo, todo cambia. Su cuerpo cambia, cosas en las que antes ni se planteaban cobran mucha importancia, empiezan a querer saber cómo son más allá de lo que les han dicho en casa que son, empiezan a ser más críticos con lo que pasa a su alrededor y como no se sienten niños ya no les gusta un pelo que les den órdenes y los manden como cuando eran peques.


Para este último tramo que quedan de las vacaciones quiero aportaros ideas que podéis meter en vuestra mochila de papis e ir perfeccionándola con la práctica y el tiempo:


  • Escúchale, pero solo escúchale. Sin querer solemos querer hablar antes de tiempo dando nuestra opinión o poniendo el grito en el cielo. Si se ha decidido y atrevido a comunicaros algo recógelo como la mejor ventana que os está dando para empezar una relación diferente. No cierres esa ventana, a veces, es la única que tenemos para entrar en su mundo.

  • No todo lo que escuchareis será de vuestro agrado. Así que aquí lo mejor es controlar ese primer impulso de querer decirlos lo que tú harías. Empatiza un poco con ese adolescente que tienes delante y usa esa conversación para reflexionar sobre el tema, intenta ayudarle a poner orden en su cabeza, pero solo como un guía más que como un director que lo sabe todo. Pregúntale qué es lo que le preocupa, cómo se siente y qué quiere hacer con todo eso.

  • Revisar y renueva las normas. Piensa en qué tipo de adolescente tienes delante y en base a eso crea unas nuevas normas en las que ambas partes os sintáis algo más cómodos. Ya ha dejado de ser el pequeñin de antes. Además, es una forma de que queden mucho más claras y haya un compromiso por ambas partes de respetar aquello que habéis acordado hacer. Recuerda las relaciones son bidireccionales y el respeto también.


Esto es algo general, ahora os queda hacer de estas herramientas algo vuestro. Los expertos en vuestros hijos sois vosotros.


Si te ha gustado y crees que esto puede ayudar a otros papis, comparte. ¡Gracias!

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