Hoy vamos a dedicar este espacio al Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), ya que es un problema que afecta a una parte importante de la población.
El TOC es un trastorno de ansiedad y, por tanto, caracterizado por estar asociado a sensación de temor, angustia y estrés continúo.
En el TOC vemos dos componentes principales. Las obsesiones y las compulsiones. El motor de esta crisis de ansiedad es este ciclo de obsesión – compulsión.
Las obsesiones ocurren de manera espontánea, independientemente de la voluntad de la persona, llegando a ser tan frecuentes que se convierten en invasivas. Estos pensamientos desencadenan una serie de conductas repetitivas (compulsiones) orientadas a reducir la ansiedad producida por las obsesiones.
Las personas con TOC tienen ideas obsesivas acerca de un tema, que les resultan muy difíciles de controlar y extremadamente desagradables. Estos pensamientos intrusivos no tienen nada que ver con sus principios, valores, personalidad, forma de pensar y/o actuar y por tanto les causan un elevado malestar, ansiedad. La ansiedad es tal que se utilizan compulsiones como vía de escape. Son un arma de doble filo, dado que a corto plazo disminuyen el grado de ansiedad actuando como un calmante pero a largo plazo son la base del problema. Contribuyen a su mantenimiento.
Cuando la persona realiza las compulsiones, se relaja, se calma. Disminuye su malestar ocasionado por la idea obsesiva. Pero, ¿qué ocurre después? Al poco tiempo la idea obsesiva vuelve a aparecer provocando un alto grado de malestar y ansiedad. La persona continua realizando de forma compulsiva determinadas acciones porque no ve otra alternativa para sentirse mejor. Estamos frente un autoengaño dado que dicha mejoría no dura nada. Además, con el paso del tiempo la persona necesita realizar estas compulsiones más y más veces y en mayor intensidad para poder obtener cierto nivel de calma.
Las compulsiones acaban tomando el control de la vida de la persona con TOC, pasándose a regirse por sus obsesiones y compulsiones.
Cuando hablamos de compulsiones nos referimos a acciones, pero tenemos que tener en cuenta que no siempre son de tipo motor, las hay de tipo mental (ideas o imágenes mentales).
Hay varios tipos de TOC atendiendo a las ideas y compulsiones que tenga la persona. A continuación vemos algunos de los más comunes:
TOCs de limpieza.
TOCs repetidores. Relacionados con la necesidad de repetir ciertas acciones para evitar posibles catástrofes.
TOCs comprobadores
TOCs ordenadores
TOCs acumuladores
TOCs que se caracterizan por compulsiones cognitivas como por ejemplo rezar mentalmente, repetir mentalmente, contar mentalmente …
Ahora ya tienes toda la información básica para intuir si tus comportamientos repetitivos son o no un TOC, así que ya puedes respirar tranquil@, ¿o no?
¿Te ayudamos?, ¿Recorremos junt@s el camino Rumbo hacia tu Bienestar?