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SOY ADICTO


¿Aceptas el reto de aceptar que eres Adicto?




La Rendición de Ego. Me encanta este título y todo lo que significa. Porque cuando alguien tiene un problema con la adicción, este es el quid de la cuestión para mantenerse alejado de ella.


Es paradójico pensar que sales del laberinto de las adicciones cuando te rindes a ella, cuando dejas de luchar e ir en contra. Es cuando te rindes a esa parte adicta que es tuya, que forma parte de ti, y que debes aprender a convivir con ella.


La Rendición es la aceptación en su máxima expresión.

Imagina subir a un ring, llevas mucho tiempo entrenando, llevas los guantes y el equipo perfecto, estás en plena forma… Que sepas que vas a perder, porque la Adicción siempre gana todas las batallas que tú quieras luchar.


Y cuando aceptes que es guerra perdida, es cuando realmente tienes el salvavidas para no caer en su trampa.


En prevención de recaídas es ahí donde está la clave.


¿Por qué crees que las personas recaen después de tanto tiempo sin esa conducta adictiva? Porque aparece el pensamiento mágico de “esto lo tengo superado”. Porque tu Ego quiere sacar su brazo y golpear a la adicción y dejarla K.O… ¡Qué iluso!


Aceptar que hay en ti una parte adicta es muy difícil. Cuesta porque es como decir que “me parece genial que sigas estando”. Pero la realidad no tiene nada que ver. Esa parte adicta tiene que ver con la sombra que todos tenemos. Esa parte de nosotros que no nos gusta pero que debemos aceptarla. Además de escuchar sus necesidades.


De esa manera nuestro ser sigue en equilibrio y podemos sentir esa paz interior que tanto anhelamos.


Siempre uso la metáfora del interruptor: Cuando una persona pasa del abuso a la dependencia, se nos dibuja un interruptor en la cabeza con dos botones: OFF y ON. Este dibujo es un tatoo, con lo que nunca se borra. Cuando deja de consumir o de realizar la conducta adictiva ese interruptor se pone en OFF, pero jamás se borra. Es por ello, que cuando al tiempo se vuelve a consumir, la rapidez de la recaída es en picado, porque el camino está hecho. Nuestro cerebro no vuelve a dibujar el interruptor, sin que simplemente, lo vuelve a poner en ON.


Esta idea, cuesta mucho de digerir, aparece ansiedad, miedo, frustración, miedo… Sobre todo, en los consumidores de Alcohol. “entonces, ¿Jamás podré volver a tomar una gota de alcohol?”


Es difícil generalizar, ya que cada uno es un mundo, pero las probabilidades de recaer son altas. La pregunta es, ¿después de todo quieres volver a recaer? ¿Vale la pena?


Si sientes que estás atrapado en sus redes, si te cuesta dar el paso, si tienes miedo a no ser capaz de salir del laberinto de las adicciones, déjame acompañarte Rumbo hacia tu

Bienestar.

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