Volver al enganche emocional
La dependencia emocional es una necesidad extrema de estar con el otro a pesar de saber que la relación de pareja está siendo tóxica.
¿A qué nos referimos por tóxica? Puede que sea porque la persona con la que estás es tóxica, te hace sufrir, no te quiere el bien para ti. Pero también puede ser porque juntos hace que no deje que tú puedas evolucionar como persona, que no puedas nutrir tu esencia. Ya sea porque el otro esté estancando y te arrastra a ti, ya sea porque sigues en la relación por sentimientos como la culpa, el miedo o la lástima por la persona.
Cuando la persona toma conciencia de que su relación tiene estas características, que está sufriendo y toma la decisión de salir de ella es el primer paso hacia su bienestar emocional.
Este proceso suele ser complicado, ya que hay múltiples factores que forman parte de él. Hay un entresijo de ingredientes que son, como muchas veces he contado, como una adicción. Con lo cual, entre otras cosas, he de aprender a pasar el síndrome de abstinencia.
Pero la persona supera esta adicción al amor, debe entender que al tiempo, en su interior, hay una vocecita que le lleva muchas veces al autoengaño, donde nutre la esperanza de que tal vez se haya equivocado, de que tal vez haya cambiado. Los famosos “Y sis…”
Aparecen también escusas como que “lo tengo superado” o “quiero que vea cómo he cambiado”.
N. es una mujer que tras 9 años de relación y con un hijo por el medio, ha salido de ella, una relación muy tóxica, donde la anulaba como persona, donde la ninguneaba, le faltaba el respeto, donde ella temblaba incluso cuando se acercaba a ella. Después de mucho trabajo y esfuerzo, por fin toma la decisión de separarse. Pero ha vuelto a caer en sus redes, a ella se le ha nublado la vista, minimizando lo que fue y lo que sufrió. Y esto ha hecho que tuviera una recaída.
La recaída siempre va acompañada de un automachaque brutal hacia sí misma, siendo protagonista la culpabilidad.
Hay una lucha interna de dos voces con mucha fuerza. Una que le dice que le ha costado mucho dar el paso, que ha saboreado lo que significa paz y tranquilidad, además de libertad y recuperación de sí misma y su libertad. Pero sigue habiendo otra vez que le dice lo contrario, que alimenta a esa parte adicta que continúa yaciendo en su interior y que se ha despertado con un hambre voraz.
Y lo que se encuentra cuando se mira a los ojos es un sentimiento de sentirse perdida, de no entenderse.
Pero es importante entender que la adicción es muy compleja, que no es nada fácil salir de ella, que existen luces y sombras, y que no es una línea recta por donde andar sino un laberinto donde hay puertas falsas.
Si te sientes identificad@, no dudes en pedirnos ayuda para acompañarte Rumbo hacia tu Bienestar.
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