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Foto del escritorIan de Psique Centro de Psicología

POR UNA CERVEZA NO PASA NADA

Se acerca el verano y aumentan las ganas de salir de casa, ir a la playa y tomarse una bebida que aplaque el calor.





La mayoría de las veces, la bebida estrella es una “cervecita”. Cuando no tenemos ningún problema con el alcohol, no nos damos cuenta de lo peligroso que puede llegar a ser esta época del año para una persona que sufre adicción. El consumo de alcohol aumenta durante el verano y, con ello, aumentan los factores de riesgo para una persona abstinente del alcohol, siendo más probable que acabe habiendo una recaída. Aunque la mayoría de veces forman parte del proceso de recuperación, otras veces se pueden evitar.


Cuando una persona deja de beber, es importante aprender a reconocer cuáles son los disparadores que pueden llevarle al consumo otra vez. Algunos de ellos son: juntarse con amigos consumidores, fiestas o celebraciones, el olor a alcohol, los periodos vacacionales, ver a personas consumiendo en terrazas, el pensar en los demás y la típica frase de “me sabe mal” o “por una no pasa nada”, entre otros.


Además de todo esto, es importante reconocer emocionalmente como estamos. El hecho de no identificar cómo nos sentimos y acercarnos a los disparadores puede aumenta la probabilidad de acabar consumiendo. Ya que vamos sumando factores que nos acercan al consumo, siendo necesario aprender a identificarlos para evitarlos.



“Por una sola cerveza, sí pasa algo, puedo volver a consumir…”


Otro de los peligros que puede tener una persona con adicción a la hora de tener una recaída es el exceso de confianza en uno mismo. Muchas personas al llegar la época del verano, llevan unos meses abstinentes y puede aparecer una sensación de control sobre la enfermedad. Al sentirse bien, creen que el hecho de tomar una sola cerveza o una radler no les va a provocar nada en el cuerpo. La verdad es que, esto pocas veces ocurre. El hecho de tomar una sola copa, hace que estemos más cerca de acabar en consumo otra vez ya que estamos activando el sistema de recompensa del cerebro, donde se encuentra una sensación de bienestar al consumir alcohol y al tomar una copa, estamos iniciando otra vez este ciclo.


Es importante seguir trabajando durante el verano, seguir las terapias psicológicas y/o psiquiátricas para mantener la abstinencia. Un descuido puede suponer la vuelta al consumo


IAN DE PSIQUE, RUMBO HACIA TU BIENESTAR

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