Las películas de cine nos reflejan muchas veces lo que les pasa a las personas, y nos ayudan a entender, a través del personaje, qué lo que le sucede se parece a lo que me sucede a mí. Recuerdo la película “Días de Vino y Rosas”, un fim en blanco y negro de los años 60 donde el principal protagonista es el alcohol.
Hay una escena de la película donde el protagonista, con un alto grado de alcohol en su cuerpo, se ve reflejado en un espejo de un escaparate. Se para y se mira a los ojos… Y sucede algo… Hay un clic… Un antes y un después…. Un punto de inflexión donde de repente tomas la decisión. La decisión de que no puedes continuar así. De que no puedes dejar que el consumo sea el protagonista de tu vida.
Hasta que no llega ese momento, es difícil que la persona decida que no quiere formar parte de esa adicción.
Pero la realidad de muchas ocasiones, es que la persona tiene un gran dilema en su interior, donde sabe que debe incluso quiere, pero hay algo que le frena….
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