Tener una buena autoestima es fundamental para tener una vida sana en todos los ámbitos.
Ya te he contado en otras ocasiones cómo se construye la autoestima, no viene definida en nuestra genética, se crea, se aprende. Y si tienes hijos seguro que quieres que la suya sea fuerte y la buena noticia es que eres parte fundamental.
Y ahora bien, me dirás ¿qué puedo hacer para conseguirlo? A continuación te dejo unas ideas para que empieces a trabajarla ¡ya!:
1. Promueve su autonomía. Deja que hagas solo cosas de la vida cotidiana. Quitar la mesa, hacer la cama, vestirse, ducharse,…
2. Deja que se equivoque. Los seres humanos aprendemos más de los errores que de los aciertos. Así que sí, equivocarse es bueno. Además de ese modo les enseñamos a manejar la frustración.
3. Muestra afecto. Sé cariñoso con gestos, con palabras, con miradas, con sonrisas.
4. Dile que te sientes orgulloso. Que lo que hace es valioso, que lo que piensa es valioso, que lo que dice es valioso. Házselo sentir.
5. Plantéale retos. Actividades que le hagan pensar, que le hagan esforzarse,…
6. No le compares. No le sirve para aprender, sólo para sentirse frustrado y lo único que aprenderá es que compararse es correcto, cuando en realidad no lo es porque somos únicos.
7. No etiquetes. Eres tímido, eres malo, eres tonto (máximo horror),… Porque si les etiquetas aprenderán a comportarse desde ese prisma.
8. Valora su esfuerzo, no el resultado. Lo importante no es la meta, si no el camino y todo lo que ello conlleva. Y muchas veces es esfuerzo, pero que aprenda a darle valor es fundamental. Además del esfuerzo enseñarle que hay otras cosas como disfrute, aprendizaje,..
9. Que la parte no es la totalidad. Si me tropiezo, no soy torpe, me he tropezado; si suspendo un examen, no soy tonto, quizá no estudié lo suficiente… Enséñale que un hecho aislado no nos define, sólo es algo puntual y nosotros somos muuuucho más que eso.
10. Háblale mucho. No reduzcas vuestras interacciones a órdenes, instrucciones o monólogos. Pregúntale por su día, qué le ha gustado más, qué le gustaría hacer el fin de semana,… Y cuando te quiera contar algo se todo oídos.
11. Ponle límites. Sí, sí, como lo lees. Los niños no tienen capacidad de autorregularse, lo tienen que aprender a través de ti y lo hacen con los límites.
12. Y lo más importante Tú eres su modelo. Tú eres de la persona que más va a aprender, así que ¿qué te parece si revisas si hay algo que mejorar?
• ¿Cómo es tu autoestima?
• ¿Qué tal manejas tus enfados?
• ¿Cómo te relacionas con iguales?
• ¿Te resulta fácil decir no?
Que nuestros hijos sientan que los aceptamos incondicionalmente es la base. Y lo podemos conseguir siendo atentos, cariñosos, ayudándoles a gestionar sus emociones, poniéndoles límites, invitándoles a explorar, dándoles responsabilidades acordes a su edad, pro poniéndoles retos, siendo padres presentes, escuchándoles. Y sobre todo, responsabilizarnos en ser buenos modelos para ellos.
Si ves que hay algo que te gustaría mejorar en ti para ser un mejor modelo para tus hijos, ya sabes, contáctanos y pon rumbo al bienestar.
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