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Hace unos días recibí una carta de gratitud de un gran amigo. Sentí una gran alegría y me gustaría alentaros a que lo probéis.
Con las prisas del día a día dejamos de ser conscientes de todo lo que nos rodea. Estamos inmersos en nuestras obligaciones, en la rutina y en las emociones inmediatas. Olvidamos que no somos felices por lo que hacemos o por lo que tenemos si no por la manera en la que lo apreciamos o valoramos.
Párate, aléjate de la espiral de quehaceres y dedica un momento a ser consciente de dónde estás. Fíjate en los colores, los olores… observa cada detalle. Date el placer de disfrutar de ese café matutino. Sé consciente de su sabor, de su olor, de su temperatura… recuerda de dónde vienes y a dónde quieres ir, no sólo mires a las personas de tu alrededor si no trata de verlas.
David Steindl Rast afirma “No es la felicidad lo que nos hace agradecidos; es la gratitud lo que nos hace felices. Todos conocemos personas que tienen todo lo necesario como para ser felices, y sin embargo no lo son, simplemente porque no están agradecidas por lo que tienen. Por otro lado, todos conocemos también personas que no son para nada afortunadas, y sin embargo irradian alegría, simplemente porque aun en medio de su miseria son agradecidas. Así, la gratitud es la clave de la felicidad”.
Practicar la gratitud añade “vida” a la vida. Fomenta emociones positivas, genera mejor autoconcepto, reduce los niveles de ansiedad y sobretodo aumenta los niveles de satisfacción, felicidad y estado de bienestar.
A través de la gratitud expresamos aprecio. Aprecio por lo que tenemos, por las personas de nuestro entorno y sobre todo aprecio por nuestra vida.
Para practicar la gratitud es importante tener en cuenta distintos aspectos:
Buscar y valorar las cosas buenas. Tomar conciencia de ello
Prestar atención a cada detalle. Ayúdate de los sentidos para saborear el momento presente
Expresar gratitud hacia uno mismo
Reconocer tus logros
¿Qué hacen los demás por ti?
Uno de los ejercicios que proponemos practicar cada cierto tiempo es hacer un listado de agradecimientos. Puedes hacerlo de forma mental o por escrito. Piensa en aquellas cosas o personas por las que estas agradecida. Piensa en cosas que tienes que agradecerle a la vida, a la casualidad, al destino, a un reencuentro de un día cualquiera o simplemente al sol tan maravilloso que ha salido hoy.
En todo este proceso de reflexión seguro que has pensado en personas a las que podrías agradecer el mero hecho de estar ahí. Te proponemos hacer una carta de agradecimiento. Seguro que a tu alrededor tienes a alguien a quien nunca les has agradecido lo suficiente lo que ha hecho por ti. ¿Por qué no hacerlo ahora? Estas personas merecen algo más que un simple gesto de gratitud. Dedica unos minutos a hacer esta carta, preferentemente de forma manuscrita y entregada en persona.
Expresar gratitud nos ayuda a tomar conciencia de que algo bueno nos está pasando y además nos ayuda a valorarlo y otorgarle en nuestra escala de prioridades el sitio que se merece.
En definitiva se trata de reconocer y en cierto modo conformarse con lo que tenemos. Ser consciente y aceptar nuestras propias limitaciones abandonando las prisas y las urgencias por cambiar las cosas sin resignarnos.
Estar agradecido nos permite vivir mejor y nos ayuda a rodearnos de gente valiosa.
Ahora que tenemos una de las claves de la felicidad ¿Recorremos juntas el camino hacia el bienestar?