La recaída en la adicción es frecuente y debe entenderse como parte del proceso de aprendizaje. Ocurre cuando se olvida que la vulnerabilidad siempre está presente: la adicción funciona como un “interruptor” que nunca desaparece. A ello se suman el miedo a descubrir quién se es sin consumo, la sensación de vacío y la falta de propósito. En estas etapas, la voz adictiva gana fuerza. Reconocer estos momentos, trabajar en la identidad y pedir apoyo resulta fundamental para soste