Este blog es un espacio de acompañamiento y reflexión para quienes atraviesan la pérdida de un animal de compañía. Lejos de frases que minimizan el dolor —“Era solo un perro”—, aquí se reconoce la profundidad de ese vínculo único, cotidiano e incondicional. Se aborda el duelo como una experiencia real y legítima, que suele vivirse en silencio por falta de reconocimiento social.
A través de palabras cercanas y consejos prácticos, el blog invita a validar el dolor, compartirlo