Una realidad invisibilizada
Las personas mayores pertenecientes al colectivo LGTBI son un grupo de población que, igual que los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes, sufren situaciones de discriminación y homofobia, pero éstas se añaden a las dificultades propias de esta última etapa del ciclo vital: adaptarse a la jubilación, la aparición de enfermedades, los duelos por seres queridos o la soledad no deseada.
Por lo tanto, es importante que estemos pendientes de nuestros mayores LGTBI, ya que en ellos se produce una suma de vulnerabilidades, por el hecho de ser mayor y, en segundo lugar, por su pertenencia al colectivo LGTBI.
Esta doble vulnerabilidad puede traducirse de diferentes formas, como problemas de ansiedad, baja autoestima, homofobia interiorizada, aislamiento social, problemas en las relaciones afectivo-sexuales o depresión, entre otras dificultades.
Algunos datos que conocemos sobre nuestros mayores LGTBI son los siguientes:
La múltiple discriminación que sufren se refleja en cuestiones fundamentales como el menor acceso a los recursos económicos, la falta de atención y cuidados a algunos aspectos de su salud y menor acceso a los recursos socio sanitarios y de cuidado.
Armarizados e invisibilizados a lo largo de su vida, se enfrentan a nuevos armarios y a violencias y discriminaciones sociales ante la falta de políticas públicas que recojan la diversidad como parte fundamental en la provisión de recursos para la población mayor.
Más del 50% de personas LGTBI mayores de 65 años viven solas, con las consecuencias negativas asociadas, sobre todo cuando se trata de soledad no deseada.
En un estudio de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) se advierte que el riesgo de pobreza severa afecta a un 72% de los mayores transexuales.
Los síntomas de depresión y ansiedad afectan al 30% en personas LGTBI mayores de 65 años. Estos datos triplican los datos de población no LGTBI de la misma edad en los que la depresión y ansiedad afecta solo a un 10%.
Además, sentir ansiedad o depresión eleva el riesgo de ideación suicida e intentos de suicidio.
A pesar de esto tan solo un 4% hace uso de recursos públicos sociales, situándose muy lejos del 46% de participación social en población mayor no LGTBI.
La soledad y el aislamiento son problemas frecuentes que se unen a la cuestión de la discriminación y la aceptación social.
Un 59% de los familiares de los mayores LGTBI reaccionan negativamente ante la noticia de su orientación sexual y/o identidad de género.
Si te sientes reconocido en estos aspectos, o piensas que un familiar tuyo podría estar sufriendo por estos motivos, puedes ponerte en contacto con nosotros. A continuación, te contamos en qué te podríamos ayudar en terapia:
Aceptar la propia orientación sexual y/o identidad de género, mejorando el autoconcepto y la autoestima.
Aprender a poner límites y ser asertivo en las relaciones de pareja, familiares y sociales.
Detectar pensamientos, emociones y conductas desadaptativas propias que son consecuencia de la homofobia interiorizada y sustituirlas por otras que te ayuden a ser tú mismo y a ser feliz.
Atreverte a salir del armario y gestionar todas las emociones que puedas sentir durante este proceso, como, por ejemplo, vergüenza, miedo, enfado, tristeza, culpa o decepción.
Superar y/o sexuales.
Orientarte en otros aspectos o dificultades que puedas tener, cómo qué puedes hacer para encontrar amigos, buscar pareja o hacer actividades con otras personas LGTBI de tu barrio o
ciudad.
No dudes en llamarnos y te acompañaremos en tu proceso de cambio y crecimiento personal.
En IAN DE PSIQUE, RUMBO HACIA TU BIENESTAR.
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