La preocupación por la enfermedad o la hipocondría se caracteriza por la experimentación de una elevada ansiedad junto a un estado de alerta y vigilancia constante de síntomas físicos o somáticos.
Esto nos lleva a emitir múltiples conductas con la única finalidad de reducir la preocupación y los pensamientos intrusivos relacionados con la enfermedad; evitación de situaciones que pueden llevar a pensar en enfermedades, visitas frecuentes al médico, búsqueda de segundas opiniones médicas, autoexploración, búsqueda de información relacionada con nuestro síntoma…
A continuación vemos un ejemplo:
Carla estaba en la ducha y tras notar un bulto en el pecho decide acudir a urgencias:
“Atiéndame rápido, por favor. Es una urgencia. Me palpo un bulto enorme en el pecho y aunque ya he ido al médico, me han hecho una ecografía, mamografía, punción, voy al ginecólogo de forma anual… y me han dicho que se trata de un problema muscular estoy convencida de que tengo algo malo. Seguro que tengo cáncer. He visto en internet y tengo todos los síntomas”
Antes de ponernos a trabajar en la mejora de Carla debemos clarificar si estamos ante un caso de hipocondría o fobia a la enfermedad.
Las personas con fobia a la enfermedad tienen miedo a contraer la enfermedad, mientras que los hipocondríacos creen tener la enfermedad
Los factores que disparan la fobia a la enfermedad son externos, mientras que en la hipocondría hay factores externos pero predominan los internos
Como veréis, estamos ante un caso de hipocondría. Carla tiene la convicción de que tiene cáncer.
¿En qué consiste la hipocondría?
Se trata de un problema de ansiedad caracterizado por la preocupación excesiva con la salud, Hipocondría.
Además podemos ver los distintos componentes:
Cogniciones: pensamientos relacionados con la creencia y preocupación respecto a padecer una enfermedad física grave así como el temor al proceso de enfermedad y el sufrimiento o miedo a la muerta
Síntomas físicos de ansiedad similares a los que se sufren en otros problemas de ansiedad como por ejemplo nerviosismo, aceleración del ritmo cardíaco, tensión muscular…
Conductas para intentar reducir el malestar. Es habitual que se den conductas de búsqueda de reaseguración de no estar enfermo como acudir con frecuencia al médico o todo lo contrario, evitar ir al médico por miedo a recibir el diagnóstico temido, preguntar a familiares acerca de su salud, la búsqueda de información en internet o la observación continuada de sensaciones o cambios corporales.
Ahora que tenemos una explicación clara de qué es la hipocondría, si te sientes identificada podemos ayudarte. ¿Recorremos juntas el camino hacia el bienestar?