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DOLOR CRÓNICO

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El dolor es una sensación física desagradable que se produce por causas internas o externas. En condiciones normales, el dolor cumple una función protectora esencial porque actúa como una señal de advertencia de que algo no está bien y favorece el proceso de recuperación al promover el reposo. El miedo a sufrir dolor es una respuesta adaptativa que nos motiva a evitarlo y buscar su alivio.

Sin embargo, cuando el dolor se prolonga durante más de 3 meses, se clasifica como dolor crónico. En estos casos, el dolor deja de ser un síntoma y se convierte en una enfermedad en sí misma, persistiendo incluso cuando la causa inicial que lo provocó ya ha desaparecido.

El dolor crónico afecta profundamente la vida emocional, social y profesional de quienes lo padecen. Se trata de un dolor persistente que lleva a las personas a reorganizar su día a día en torno a él. Una constante preocupación por el malestar puede derivar en conductas que limitan las actividades que provocan el aislamiento social. Es común que quienes lo padecen puedan experimentar ansiedad, estrés, insomnio o depresión y generar sentimientos de inutilidad, desesperanza o fatiga.


 


-Fibromialgia
-Dolor de cabeza
-Dolor lumbar
-Artritis o artrosis
-Dolor oncológico
-Dolor crónico postquirúrgico
-Dolor crónico postraumático

Todas estas afecciones comparten un denominador común, un dolor constante que limita la calidad de vida.




La intervención psicológica mejora las estrategias de afrontamiento para el manejo del dolor crónico y reducir su impacto en la vida diaria. Además, disminuye el sufrimiento emocional asociado, la ansiedad, la depresión y el estrés que acompañan al dolor crónico contribuyendo a la mejora su bienestar general.

Tratamiento psicológico del dolor crónico

Ejemplos de dolor crónico:

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