En busca de tu Identidad…
“Llevo tanto tiempo consumiendo que no sé quién soy…” Es la conclusión que acaban extrayendo después de un duro proceso de toma de conciencia de su trayectoria en el mundo de las adicciones.
Hace mucho tiempo que el adicto está sumergido en un mundo oscuro que no es consciente de su profundidad. En la película de “Soul” de Pixar, aparecen las almas perdidas, y, aunque en la película no tiene que ver con las adicciones, creo que es una buena forma de representarlo. Oscuridad, perdición, piloto automático…
En mi experiencia como profesional acompañando a personas a salir del laberinto de las adicciones, veo qué es lo que hace que les cueste dar tanto el paso. Tiene que ver con algo muy importante. El miedo a verificar si soy capaz o no de dar el paso. Ser capaz o no de enfrentarme a mis propios miedos. Sobre todo, ser capaz de averiguar quién soy sin esa adicción.
Y es aquí cuando se quedan bloqueados, porque hace mucho tiempo que dejaron atrás esa respuesta. Incluso, personas que empiezan en este mundo del consumo cuando nuestras personalidades se están creando, en la adolescencia. Con lo que la identidad debe ser creada de nuevo.
Pero es importante el mensaje que la adicción no es su apellido. Que eres una persona perdida con problemas de adicción.
Hay una parte de ti que quiere consumir y que es adicto, pero hay otra que está luchando para salir a flote. Sí, así es. El adicto va a querer seguir consumiendo. Pero la pregunta no es esa, sino si quiere que en su vida esté la adicción o no.
Y cuando descubren la importancia de encontrar su identidad, es cuando surge la fuerza de ver que es ahí donde se haya la llave para alcanzar el éxito, la puerta de salida a este laberinto llamado adicciones.
Saber quién soy es muy difícil de averiguar, no solamente a las personas con este problema sino a cualquier persona de a pie. Tener claro tus valores, principios, qué te gusta, con qué disfrutas, cuáles son tus objetivos, cuáles son tus propósitos, quien es tu ser.
Y este camino, es el que acompaño para llegar a mantenerse fuera de este mundo, pero sin perderlo de vista. En el momento de que se pierde de vista es cuando hay una recaída, dejamos de ver que, como he dicho antes, hay una parte de mí que siempre va a seguir siendo adicta.
Hemos de aprender a lidiar con las dos partes.
Salir del laberinto de las adicciones es posible, te acompaño Rumbo hacia tu Bienestar.
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