Identifica y actua
Convivir con una persona que tiene una enfermedad crónica puede resultar muy angustioso. Es importante conocer de qué se trata la enfermedad para comprenderla y saber cómo actuar con la persona que la padece.
Cuando vivimos con una persona que sufre adicción, no sabemos cómo actuar la mayor parte del tiempo. Muchas veces acabamos actuando de una forma perjudicial para la persona adicta, llegando incluso a potenciar el consumo inconscientemente. Y es entonces cuando nos encontramos en una encrucijada en la que no sabemos cómo seguir ni qué dirección tomar. Nos dejamos llevar por el miedo a que haya una posible recaída. Pero tenemos que entender que las recaídas (las haya o no), forman parte del proceso de recuperación de una persona adicta.
Para una persona adicta, contar con el apoyo familiar es un factor que puede ser determinante en su recuperación. Muchas veces se consiguen logros, aunque sean pequeños, que la familia no contempla como avances y acaban diciendo frases como “Es tu obligación”. El proceso de recuperación es un trabajo diario y, aunque no podemos estar diariamente premiando cada logro conseguido, si que podemos validar cuando se consigue un avance importante para la persona. Esto ayudará a que la persona siga adelante y se sienta motivada.
“Las personas que nunca han tenido una adicción, no entienden lo difícil que puede ser”.
¿Qué hago si mi pareja tiene una recaída?
1. Entender que recaer no significa volver a empezar de cero ni que el trabajo realizado no sirve para nada, es decir, no es un fracaso en el tratamiento.
2. Las recaídas se pueden reconducir y pueden servir como aprendizaje.
3. Dar un clima de confianza para que puedan expresarse y contar como ha sido la recaída.
4. Validar la emoción que siente la persona con adicción después de recaer. Es decir, permitir que sienta el malestar que viene después y evitar las frases como “No pasa nada”.
5. Después del malestar llega una frase de aceptación de la recaída. Es aquí cuando podemos motivar a nuestra pareja para seguir adelante, entendiendo que este camino es complicado y muchas veces tropezamos en él.
6. No reñir. No podemos recriminar a una persona por tener una recaída, forma parte de la enfermedad.
7. Evitar situaciones de riesgo. Aunque para nosotros resulte fácil poder estar en una fiesta y no consumir, para la persona adicta le genera angustia aguantar su presencia ante tantos estímulos. Por lo que es importante conocer a qué sitios no podemos ir con nuestra pareja.
8. Podemos acompañar a nuestra pareja a buscar apoyo terapéutico. Muchas veces decimos “Busca ayuda”, pero la persona no sabe cómo hacerlo, por lo que es mejor facilitarle el camino hacia la terapia.
9. Acompañar en actividades que alejen del consumo, ayudarles a que realicen actividades saludables.
Estas son algunas de las actuaciones que podemos hacer cuando nuestra pareja consume. Por lo que no hay que olvidar que cuando una persona tiene adicción y recibe un tratamiento, es fundamental que su pareja o familia también reciba un tratamiento para aprender cómo sobrellevar la situación y actuar de la mejor manera posible, RUMBO HACIA TU BIENESTAR.
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