Dentro del tratamiento de las adicciones, a parte de las técnicas clásicas del modelo cognitivo-conductual, desde hace ya unos años se ha implementado un programa de Prevención de Recaídas Basado en Mindfulness (PRBM), programa que estaría dentro de las Teorías de Aceptación y compromiso.
Este programa está diseñado para proporcionar prácticas de “atención consciente” a las personas que están sufriendo un proceso adictivo. Las prácticas de este proceso están diseñadas para tener una mayor percepción de los desencadenantes de una posible recaída.
El objetivo de este programa es fomentar la capacidad de detenerse, observar la experiencia del momento y activar la consciencia del abanico de posibilidades que se abre ante nosotros en cada momento.
En terapia de grupo, se trabaja este objetivo con una relajación llamada ZONA SOBRIA. Mediante una meditación guiada, vamos ayudando al paciente a que se imagine una situación de riesgo de consumo y poder seguir los pasos de la técnica, siendo consciente que la última decisión siempre la tiene uno mismo.
Cada sesión tiene unas técnicas concretas con una meditación final. Entre ellas, trabajamos, el piloto automático y posibles recaídas, conciencia de desencadenes y deseos de consumo, aplicar Mindfulness en la vida cuotidiana y en situaciones de riesgo y la aceptación.
El tratamiento de las adicciones es un proceso lento y pausado, sin fórmulas rápidas, por eso esta técnica nos ayuda a tener una visión más consciente de lo que sucede a mi alrededor y dejar de lado el “piloto automático” (o conducta impulsiva).
Mantener la abstinencia a largo plazo es lo más difícil del tratamiento, ya que no simplemente basta con dejar de consumir. La abstinencia a largo plazo exige muchos cambios más profundos e íntimos que no tienen nada que ver con el uso de sustancias sino con las emociones internas.
Liberarse del síntoma (dejar de consumir) no hace que la enfermedad desaparezca. Javier Giner
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