¿Cómo se puede fortalecer el vínculo entre padres e hijos durante esta
etapa?
La adolescencia es, a todas luces, una etapa de enorme transformación tanto para hijos como para padres. Un período caracterizado por multitud de cambios físicos, emocionales y sociales en los jóvenes que pueden llegar a suponer confrontaciones dentro de la dinámica familiar que hasta el momento estaba establecida.
Este viaje a través de la adolescencia está marcado por una montaña rusa de desafíos. Por una parte, el adolescente se encuentra en pleno proceso de definir su identidad, explorar nuevas experiencias y aumentar su nivel de independencia respecto a sus progenitores. Por otra, los padres y madres tratan de mantener el complejo equilibrio entre proporcionar una protección que todavía es necesaria y dar la libertad suficiente para favorecer el crecimiento de los hijos.
No obstante, a pesar de todos estos desafíos, la adolescencia también ofrece una oportunidad única para fortalecer los lazos entre padres e hijos.
Es durante este momento de transición y cambio cuando unos y otros tienen la posibilidad de aprender y desarrollar recursos y herramientas que les permitan navegar las dificultades y transformar su relación a una más de igual a igual.
En este contexto, ¿Cómo pueden los padres mejorar la relación con sus hijos o hijas durante la adolescencia? Aquí os damos algunos consejos que pueden ser clave para ello:
- Tener una comunicación abierta y respetuosa: Saber comunicarnos de la manera correcta es fundamental en cualquier tipo de relación y etapa, pero especialmente durante la adolescencia. Los padres y madres deben crear espacios seguros para que sus hijos se sientan cómodos a la hora de compartir sus pensamientos, sentimientos y preocupaciones. Esto lógicamente implica escuchar de manera activa aquello que cuenten, sin juzgar ni interrumpir y responder con empatía y comprensión.
- Establecer límites claros: Aunque los adolescentes buscan y necesitan una mayor independencia, los límites claros y consistentes también son esenciales. Los padres y madres deben establecer normas realistas y razonables, pero también estar dispuestos a negociar en determinadas circunstancias. En la medida de lo posible, es importante hacer partícipe al adolescente en esta toma de decisiones, así como explicar el razonamiento que hay detrás de una norma.
- Pasar tiempo de calidad en familia: Debido a que la distancia entre padres e hijos generalmente aumenta durante la adolescencia, parece que pasar tiempo de calidad en familia ya no resulta tan necesario. Sin embargo, realizar actividades de disfrute compartidas como pueden ser cocinar, hacer deporte o viajar ayudan mucho a fortalecer los lazos entre los miembros de la familia y a crear recuerdos duraderos.
- Fomentar la independencia y la responsabilidad: La adolescencia es un momento fundamental para desarrollar habilidades de autogestión y responsabilidad. De manera gradual y apropiada para su edad, los padres y madres pueden ir delegando tareas y responsabilidades en sus hijos, brindando al mismo tiempo apoyo y orientación cuando sea necesario. De esta forma, los adolescentes pueden ir explorando su independencia al mismo tiempo que adquieren mayor consciencia sobre las consecuencias de sus acciones.
- Mostrar afecto y apoyo incondicional: En un momento que se caracteriza por el aumento de los conflictos, discrepancias y tensiones, los adolescentes siguen teniendo la necesidad de saber que son queridos y apoyados por sus padres de forma incondicional. Para ello no se necesitan grandes cosas, bastan gestos simples de afecto como abrazos y sonrisas o palabras sinceras de ánimo y admiración para fortalecer la autoestima de los adolescentes y reforzar los vínculos emocionales.
En conclusión, aunque la adolescencia presenta dificultades, también ofrece grandes oportunidades de crecimiento y conexión tanto individual como familiar. Cultivar un vínculo sólido durante la adolescencia, sienta las bases de una relación saludable y duradera en el futuro, poniendo rumbo hacia tu bienestar.
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