Algunas pautas para ayudar a vuestro hijo si tiene un TCA
Cuando en sesión se comunica a los padres que su hij@ padece un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA en adelante), a menudo aparece en los padres la sensación de miedo, incertidumbre, desconocimiento e incluso a veces, la culpabilidad. Seguido de estas emociones tan desagradables llega la gran pregunta: ¿Y ahora qué hacemos?, yo siempre digo que no nacemos con un manual debajo del brazo titulado ‘’Como tratar un TCA’’, por lo que no es una tarea fácil, pero es importante recordarles que no están solos en este camino, sino que cuentan con el terapeuta/nutricionista/psiquiatra que los acompaña.
El papel de los padres es fundamental para la recuperación de su hij@, por lo que se debe recalcar la importancia de que su apoyo y la compañía durante el proceso es esencial.
Para mí, es fundamental contar con una buena red de apoyo multidisciplinar y lo suelo comparar con una mesa. Una mesa para que se sujete bien y aguante el peso tiene cuatro patas, si tuviera dos, según como las coloquemos quizás se sostendría pero ante mucho peso quizás se volcaría. Con un TCA pasa algo parecido, dentro de lo posible, si se puede contar con un psicólogo, un nutricionista y un psiquiatra si es necesario, tendrá muchos apoyos que le reforzarán.
Cada especialista dará unas recomendaciones de manera individualizada, por lo que es
importante centrarnos en ellas, sin embargo os dejo por aquí algunas ideas que quizás os
puedan servir de ayuda.
- Si mi hijo me hace preguntas sobre su cuerpo cómo ‘’¿me ves gordo?’’, evitar responder con un ‘’si’’ o con un ‘’no’’, para no reforzar sus creencias. Simplemente recordarles que eso es algo que deben hablar con su terapeuta/nutricionista.
- Los padres sois padres, no terapeutas, por lo que cualquier dificultad es algo que podéis abordar con los especialistas que os acompañan.
- Evitar todo tipo de comentarios sobre su apariencia como ‘’has cogido mucho peso’’ o ‘’estás en los huesos’’, ya que ambos ejemplos pueden favorecer el mantenimiento de la enfermedad. Por lo que es importante tener en cuenta que comentarios relacionados con la comida y la imagen corporal, se deben omitir.
- Intenta no avergonzarlos ni felicitarlos por lo que hacen con la comida, es decir, intenta evitar comentarios tipo ‘’te has terminado el paquete de cereales’’, esto podría generar culpabilidad y un posterior síntoma como restricción o purga. A su vez, felicitarlos por terminarse el plato aunque sea algo que desde fuera nos haga sentirnos felices porque sabemos que están avanzando en su proceso de recuperación, para ellos no siempre es un logro, al contrario, lo ven como un castigo.
- Las ingestas no pueden ser batallas. Seguramente sean los momentos del día más difíciles para los padres y para el hijo, pero tenemos que evitar entrar en discusiones. Es decir, si no quiere comer, más que entrar en discusiones y gritos, es preferible estar ahí acompañándole y recordándole la importancia de hacer esta ingesta. Si se vuelve misión imposible, es mejor no obligarle y hablarlo con su terapeuta.
- Por último, algo fundamental y de lo que quizás muchos padres no se acuerdan es de pensar también en ellos mismos. Intenta sacar un ratito para ti, como cuidador, ya que si acompañamos o cuidamos a alguien pero estamos desbordados, agotados... etc., la ayuda que demos irá en esa línea. Recuerda que pensar en ti no es ser egoísta, sino que para cuidar bien a tu hij@, tu tienes que estar bien para que todo avance. En este punto a veces también se recomienda la opción de acudir a terapia si los padres lo necesitan.
Y sobre todo recuerda, si crees o sabes que tu hijo tiene un TCA y no sabes como abordarlo o como ayudarlo, no pasa nada, siempre puedes pedirnos ayuda y te ayudaremos rumbo a vuestro bienestar.
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