Cómo diferenciarlas en personas mayores.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por la aparición de tristeza y/o disminución del interés o del placer por la mayoría de las actividades que anteriormente le gustaban hacer a la persona. También puede aparecer pérdida o aumento de peso, insomnio, pérdida de energía, sentimiento de culpa, pensamientos de muerte o de suicidio, agitación o retraso psicomotor y disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
En ese sentido, la depresión no solamente se caracteriza por la tristeza o desmotivación típicas, sino que muchas veces su sintomatología tiene que ver más con problemas físicos, dificultades en la concentración y pérdida de memoria, por lo que es importante tener en cuenta también su afectación a nivel cognitivo.
DIFICULTADES COGNITIVAS EN LA DEPRESIÓN:
Las quejas cognitivas más frecuentes en personas con depresión son las siguientes:
Distracciones frecuentes y problemas en la concentración y, como consecuencia, dificultad en actividades como conducir, cocinar, hacer la compra, etc.
Dificultad en la lectura y/o escritura, también como consecuencia de la falta de concentración y atención.
Disminución de la capacidad de planificación y organización.
Olvidos y/o pérdidas frecuentes de objetos (llaves, cartera, documentación, etc.).
Los olvidos o pérdida de memoria episódica en personas con depresión pueden ser debidos a la ansiedad que aparece como consecuencia de las continuas preocupaciones acerca de muchos temas, el cansancio, la culpa persistente, la falta de energía o la desesperanza respecto al futuro.
Normalmente asociamos el olvido a enfermedades como el Alzheimer y, en ese sentido, la pérdida de memoria y otras dificultades como la falta de concentración pueden hacernos pensar que estamos ante la aparición de una demencia (Alzheimer, Parkinson, demencia vascular, etc.).
¿CÓMO SABEMOS SI ES DEPRESIÓN O DEMENCIA?
Para diferenciar depresión y demencia hay una serie de aspectos que nos pueden ayudar:
En caso de depresión es más probable que haya una historia previa de pérdidas, eventos estresantes o situaciones traumáticas.
En la depresión la tristeza y la desmotivación son estables en el tiempo. En cambio, en la demencia suelen haber muchos cambios y oscilaciones con subidas del estado de ánimo y bajadas.
Cuando hay depresión, los síntomas cognitivos, como olvidos frecuentes o las pérdidas de objetos, suelen aparecer de forma rápida, de un día para otro. En las demencias, estas dificultades van apareciendo muy poco a poco, de forma gradual.
Las personas con demencia pueden tener desorientación espacial, perderse fácilmente, algo que no es frecuente en los casos de depresión.
Uno de los síntomas que suele caracterizar a la depresión, y que no es frecuente en las demencias, es la baja autoestima y el sentimiento de culpa.
Los olvidos y la pérdida de memoria y de otras funciones cognitivas es mucho más grave, intenso y generalizado en la demencia que en la depresión.
A pesar de estas indicaciones, en muchos casos es difícil diferenciar entre depresión y demencia, porque los síntomas se pueden solapar. Incluso puede haber personas en los que aparezcan ambos trastornos a la vez.
Cuando existen estas dudas, es importante pedir ayuda. Si te identificas con lo que acabamos de comentar o tienes un familiar que pueda necesitar ayuda, ponte en contacto con nosotros y te acompañamos en el proceso.
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