
Las palabras que utilizamos de manera cotidiana para hablarnos a nosotros mismos tienen un efecto enorme y directo en nuestro auto-concepto y nuestra auto-estima.
Especialmente delicada cuando tenemos problemas para aceptar nuestro cuerpo, y cuando luchamos continuamente por alcanzar un físico determinado.
Cuando te equivocas, cuando tienes un mal día y alivias la ansiedad y el estrés comiendo, cuando te miras al espejo y te ves, ¿con qué ojos te miras a ti mism@?, ¿Eres comprensiv@?, ¿Eres amable?, ¿Te ves desde el cariño y la aceptación?
Un diálogo interno positivo, o lo que es lo mismo, tratarnos con cariño, comprensión y respeto, puede ayudarnos a fortalecer nuestras habilidades de regulación emocional, sentirnos capaces de enfrentar desafíos y gestionar emociones como la ansiedad o la tristeza.
Por el contrario un diálogo interior tóxico, enjuiciarnos continuamente, recriminarnos nuestras debilidades y castigarnos por nuestros errores tiene un impacto certero y negativo en nuestra autoestima, nos hacemos pequeños, nos sentimos culpables e incapaces de afrontar desafíos emocionales.
Cada uno de nosotros nos tratamos a nosotros mismos cómo creemos que merecemos ser tratados
Comments