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Foto del escritorIan de Psique Centro de Psicología

CUANDO COMER NOS CALMA UNA EMOCIÓN


La comida tiene muchas funciones para las personas, no solamente comemos para alimentar a nuestro organismo, sino que también comemos cuando estamos felices, nos reunimos con nuestros allegados para celebrar, cuando estamos tristes “hoy me pido una pizza que he tenido un día muy largo”, o cuando sentimos ansiedad “ estaba tan nervioso que me he comido todos los bombones de la caja”. Comemos para gestionar nuestras emociones.

Cuándo comer nos ayuda a sobrellevar una emoción estamos llevando a cabo una conducta de hambre emocional.


¿ Tiene esto algo de malo?, la respuesta depende de la frecuencia, el control y la capacidad de decisión


de cada uno respecto a si llevar a cabo la conducta de hambre emocional o no. Cuando no podemos evitarlo, o no somos capaces de recurrir a comportamientos alternativos para lidiar con nuestras emociones entonces SÍ es un problema.

El hambre emocional es una herramienta disfuncional que genera consecuencias negativas como el sobrepeso, los atracones, problemas digestivos. Pero lo peor es que no enfrentarnos a nuestras propias emociones no nos permite avanzar, crecer y superar muchas dificultades. Comernos nuestra ansiedad, nuestro miedo o nuestra tristeza no va a resolver aquello que las genera.

La única manera de que las emociones negativas desaparezcan es enfrentándonos a la situación que las ha generado, armándonos de valor y entrando en acción. Avanzando Rumbo hacia tu Bienestar.

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