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Foto del escritorIan de Psique Centro de Psicología

ADOLESCENCIA, ¿ETAPA COMPLICADA O SINTOMATOLOGÍA DEPRESIVA?



La adolescencia es un período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la edad adulta. Esta etapa vital conlleva unos cambios físicos, fisiológicos y psíquicos y, nuestro fin consiste en la búsqueda de la identidad y la adquisición de independencia y autonomía.


A nivel psicológico, nos enfrentamos a distintos cambios corporales, neuronales y hormonales que suponen un periodo de adaptación y aceptación complicado y que, en muchas ocasiones, conlleva una serie de conflictos


Además, es en esta etapa cuando comenzamos a tomar responsabilidades para las cuales puede que nos falten las herramientas necesarias (decisiones académicas, sociales, personales…).


En el proceso de búsqueda de la identidad, se toma consciencia de los ideales, asistiendo a una propia transformación que puede confundir. En otros casos, esta búsqueda se ve prolongada, y esta incertidumbre también supone un vacío incómodo. De esta manera, la labilidad emocional y ciertas conductas inexplicables, son consecuencia de distintos cambios psicológicos y orgánicos que no han terminado aún de establecerse.


Ahora bien, llegados a este punto, somos conscientes de que la adolescencia es una etapa muy complicada, pero ¿Cómo puedo distinguir entre una etapa complicada y la sintomatología depresiva? A continuación, te presentamos los distintos síntomas que presenta el trastorno depresivo:


- Estado de ánimo depresivo la mayor para del día, casi cada día.

- Disminución acusada del interés o de la capacidad para disfrutar en todas o casi todas las actividades.

- Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso, y pérdida o aumento del apetito casi cada día.

- Insomnio o hipersomnia casi cada día.

- Agitación o enlentecimiento psicomotor casi cada día.

- Fatiga o perdida de energía casi cada día.

- Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser delirantes) casi cada día.

- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día.

- Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.


Debido a la complejidad de esta etapa vital, en ocasiones es complicado distinguir entre esta sintomatología y la introspección característica de la adolescencia. Si detectas alguno de estos ítems en algún familiar o amigo o, te ves tu mismo identificado, te animamos a contactar con un profesional para que juntos podáis trabajar Rumbo a tu Bienestar.

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