La adicción es un proceso de aprendizaje muy complejo que hace que la persona no sepa hacer de otra manera para el manejo de su propia funcionalidad. Es decir, la adicción sirve para el manejo de una gestión emocional, por ejemplo. Debe desaprender para poder aprenderlo de una forma alternativa. Ya que su cerebro ha cogido este automatismo difícil de romper.
El proceso de salir de una adicción es largo y complicado, pero no imposible si sabes cómo y, sobre todo, si es acompañado por un experto en conductas adictivas
Te planteo seis claves para empezar en este camino:
La importancia del clic: en toda vida de un adicto debe aparecer un momento, una situación, algo que hace que de alguna manera le ayude a abrir los ojos. Ellos lo describen como un punto de inflexión. Hay un antes y un después
Lucha interna de mis demonios: empieza a haber como dos tipos de voces en nuestro interior. Es como una lucha entre nuestro “angelito” y nuestro “demonio”. Uno nos dice que “no pasa nada” y el otro es el que te envía mensajes tipo “se te está yendo de las manos”
Consecuencias visibles: la adicción ya no es tan funcional, sino que empiezas a tener problemas en todos los niveles, con lo que empiezas a tomar conciencia de ello, del daño que estás haciendo a través de las consecuencias de la conducta adictiva
Conciencia del personaje: cuando estamos en modo consumo, aparece lo que nosotros llamamos “el personaje”, es como una despersonalización, que llegados a este punto no tenemos control
Mañana no: cuando repetidas veces nos decimos que “esta es la última” y lo volvemos a hacer. Y empezamos a tener conciencia sobre esto
Pedir ayuda: momentos de desmorone. Incluso quieres que te pillen para terminar con este laberinto
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