Introspección.
Inicio del cambio.
Lo “fácil” es vivir sin parar a escuchar nuestro propio cuerpo. Lo “fácil” es responsabilizar a los demás de nuestros problemas. Lo “fácil” es asumir el rol de víctima y fustigarnos por “la mala suerte que tenemos”. Lo “fácil” es no tomar decisiones. Lo “fácil” es vivir de puntillas, sin involucrarse, sin comprometerse…
En ocasiones, no somos conscientes de porqué nos sentimos como nos sentimos y porqué actuamos de un determinado modo. No somos conscientes de que nos encontramos en nuestra zona de confort (léase post). Sabemos que no estamos bien pero, tampoco estamos mal “del todo”. Pensamos estar cómodos, aunque en el fondo, sabemos que no es así, sino que más bien, estamos acomodados por el mero hecho de estar en “lo conocido”.
Llegados a esta situación si queremos un cambio tendremos que pararnos y reflexionar. Pasar por un proceso de introspección. Se trata de un acto de autoconciencia que implica pensar y analizar sobre los propios pensamientos y conductas. Este proceso nos llevará a comprender quiénes somos y a la deseada aceptación.
La aceptación es el punto de partida de la mejora. Implica reconocer y aprobar nuestra vivencia emocional, nuestros pensamientos…
Llegar a este punto de comprensión y aceptación puede ser complejo. A veces experimentamos estados de ánimo sin entender lo que nos ha llevado a sentirnos así. Justo esto es lo que trabajamos en consulta. Acompañamos en este proceso de introspección para así llegar al insight en el que la persona comprende el origen de su malestar y conecta consigo misma.
Como decía Jung
“Quien mira hacia fuera, sueña. Quien mira hacia dentro, despierta”
Recuerda, si tienes algún tipo de dificultad podemos recorrer junt@s el camino Rumbo hacia el Bienestar.