top of page
Foto del escritorIan de Psique Centro de Psicología

ESTOY CÓMODO EN MI ZONA DE CONFORT. ¿Y FELIZ?


Seguro que lo has escuchado en más de una ocasión; “estoy cómodo”.


¿Cuántas veces nos conformamos por miedo? Miedo a no ser suficiente, a no estar a la altura, miedo al fracaso, miedo al rechazo…


En ocasiones vemos personas que quieren cambiar pero hay algo dentro de ellas que les frena.


Lo desconocido genera sensación de vértigo, como si te encontraras en un precipicio, incluso puede aparecer el miedo a no saber gestionar la situación.


El miedo es resistencia al cambio.


Se trata de un mecanismo automático de nuestro cerebro para protegernos de los peligros y así, asegurar nuestra supervivencia. Esto es adaptativo siempre y cuando haya un peligro real, pero, ¿qué sucede cuando esto no es así? Se convierte en un problema. Aquí es donde aparecen los miedos irracionales. Identificarlos será de vital importancia para permitirnos conseguir nuestros objetivos.


¿Cuáles son tus mayores miedos? Conocerlos es el primer paso para poder enfrentarnos a ellos.


Trata de pensar en aquello que no te permite salir de tu zona de confort. Zona en la que aparentemente, te sientes seguro, protegido y prefieres quedarte allí aunque no te guste, aunque no estés bien, aunque no estés satisfecho contigo mismo. Miedo que te lleva a evitar enfrentarte a las dificultades que se te pueden ir planteando.


Tus habilidades, tus conocimientos, tus actitudes y comportamientos forman parte de tu zona de confort.


Vivir acorde a los miedos no nos permite salir de la zona de confort de la que hablamos. Fuera de ella, es donde se encuentra el crecimiento personal, el crecimiento real. Zona a la que tenemos que ir para evolucionar y no quedarnos estancados.


Para poder enfrentarnos a nuestros miedos, se tiene que hacer un trabajo de fortalecimiento de la autoestima para, vernos capaces de enfrentarnos a ellos. Sin excusarnos en pensamientos como “soy así”, “no puedo”, “no soy capaz”… éstas creencias limitantes nos mantienen paralizados, dado que actuamos acorde a nuestros pensamientos. Nuestra conducta es el resultado de lo que nos decimos a nosotros mismos. Nos sentimos y actuamos acorde a ellos.


No salir de nuestra zona de confort puede llegar a convertirse en una gran barrera y limitación personal. No conseguir aquello que anhelas o perder lo que más quieres.


Es sabido que el miedo se supera plantándole cara. Trata de identificar qué está impidiendo que te conviertas en la mejor versión de ti mismo. Plantéate dos pequeñas acciones para enfrentarte a estos miedos.


Ahora; pasa a la acción. ¿A qué esperas? Mañana puede ser demasiado tarde.


Y recuerda, si tienes algún tipo de dificultad podemos recorrer junt@s el camino Rumbo hacia el bienestar.

18 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page