Los celos son una reacción humana común que generalmente no conduce a mayores problemas para el individuo que los experimenta. Sin embargo, cuando estos son excesivos, pueden causar un malestar significativo y dificultades para establecer o conservar una relación de pareja. La intervención en estos casos, es importante.
Los celos son un sentimiento que aparece en mayor o menor intensidad en algunas relaciones como consecuencia del miedo a perder a la otra persona, la necesidad de tenerlo todo controlado y en definitiva, por una baja autoestima.
Aunque lo más común es experimentar celos en el contexto de una relación de pareja, no se trata de una situación única. También pueden aparecer en otras relaciones diferentes a las de amor romántico, tales como en la relación entre hermanos, compañeros de trabajo, amigos…
En todos los casos aparece la percepción de una amenaza sobre la relación que se desea mantener. No obstante, hoy nos centraremos en mayor medida, en los celos irracionales experimentados en el ámbito de pareja.
Hablamos de celos patológicos cuando el individuo mantiene la creencia no infundada de que su pareja le está siendo o le será infiel.
Aparece una excesiva hipervigilancia mediante la selección de ciertas informaciones. Tales como encuentros sociales en los que se relaciona, palabras que la otra persona emite, fotos de revistas o incluso supuestos cambios producidos en la conducta del otro.
La persona, elabora una interpretación distorsionada de la realidad que le lleva a realizar conductas que confirman su preocupación: su pareja le está engañando. Se entra en una espiral de pensamientos de celos y por tanto, aparecen manifestaciones de conductas celosas. Espiral que causa un gran deterioro en cualquier relación y de forma más intensa en la relación de pareja, llevando incluso a desencadenar en la pérdida de la otra persona. Actuando así como profecía autocumplida.
La causa de los celos patológicos es una fuerte inseguridad. Se trata de un problema de autoestima.
La persona con celotípia, no siempre es consciente de su problema. Incluso puede pensar que sentir celos es algo completamente normal. No obstante, el primer paso para superarlo es reconocer su existencia.
A continuación se exponen comportamientos celosos con el fin de que analices si te ves reflejado en alguno de ellos.
Vivir la relación con miedo excesivo a perder a la otra persona.
Imaginar que la otra persona te está engañando.
Analizar al detalle el comportamiento de la otra persona con la finalidad de encontrar datos que confirmen una infidelidad.
Vulnerar la intimidad de la otra persona.
Controlar a tu pareja.
Mostrar descontento con las amistades de la otra persona.
Tus celos no tienen una base real.
La preocupación por la posible infidelidad es fuente de gran malestar, interfiriendo en tu día a día.
Exigir a la otra persona que comparta contigo con pelos y señales lo que ha hecho a lo largo del día.
Llamar a la otra persona frecuentemente, solo para saber con quién está o qué está haciendo.
Compararse frecuentemente con las personas del entorno de tu pareja.
Experimentas malestar cuando él o ella se retrasa e interpretar que está con otra persona o que ya no está interesado o interesada en vuestra relación.
Si llegados a este punto has tomado conciencia de que sufres este tipo de reacciones, toca responsabilizarnos y poner solución. Para superar los celos debemos trabajar en el aumento de la autoestima.
Recuerda, si tienes algún tipo de dificultad podemos recorrer junt@s el camino rumbo hacia el bienestar.