En una relación de pareja no es suficiente con amar, sino que existen unos ingredientes imprescindibles que debemos mantener vivos para que la relación funcione.
Una relación tóxica es aquella relación que a pesar de hacerme sufrir y hacerme daño, sigo en ella, no consigo salir, y se crea una necesidad llamada dependencia emocional. En otro post ya hablamos sobre esta adicción. (véase post)
Puede que sea la persona tóxica para mí, no la relación, es decir, esta persona y yo no encajamos.
Os damos seis claves para identificar si estás viviendo una relación tóxica:
Más sufrimiento que bienestar: si pudieras medir cuanto tiempo estás sufriendo por amor y cuánto tiempo estás tranquil@, ¿qué gana? En una relación de pareja, si se sufre, no es amor, es dependencia emocional
Valores totalmente distintos: es un mito lo de “los polos opuestos se atraen”. La pareja debe tener valores similares, las cosas que realmente importa
Mendigando amor: si para recibir una muestra de cariño debes mendigar, no estás en una relación sana
Perdiendo tu identidad: ¿has dejado de ser tú? ¿haces todo aquello que hace tu pareja sin parar a pensar si a ti te gusta? ¿Te reconoces o eres la sombra de tu pareja?
Prohibiciones: no te pongas esa falda, no vayas con tus amigas de cena, no vayas al gim sin mi, etc. ¿Y tu área personal? ¿Sigue intacta?
No existen proyectos de vida en común: a través del ingrediente del compromiso, es preciso que la relación vaya avanzando creando proyectos de vida futuros en común.
Si te sientes identificad@ en una relación tóxica, el primer paso hacia el cambio es tomar consciencia. El segundo es pedir ayuda. En Ian de Psique somos expertos en Dependencia Emocional.
¿Añadirías más claves? ¡Coméntanos!