En el anterior post hablamos sobre qué es la Discalculia y cómo podemos detectarla. (véase post). A continuación estas son las pautas que solemos dar:
Estas serían las pautas que solemos recomendar:
En casa:
1. Ayudaremos en los deberes, y si es necesario, los leemos nosotros y se los explicamos luego.
2. Mantenemos la calma y no nos enfandamos. No debemos pensar que ya lo debería saber. Somos comprensivos con la dificultad que suponen las matemáticas para nuestro hijo y tratamos de hacer el aprendizaje más sencillo.
En la escuela:
1. Se aconseja disponer de más tiempo a la hora de las evaluaciones, incluso se recomienda disminuir la carga de demanda en las evaluaciones. Necesitan más tiempo para terminar las tareas debido a las dificultades en el procesamiento numérico y el cálculo Este tiempo extra lo requiere para todo: estudiar, hacer exámenes, leer y comprender los enunciados matemáticos, etc.
2. El/la maestro/a es comprensivo/a y sensible ante la dificultad, por tanto le va a permitir compensar sus dificultades, ¿cómo?:
a. Le deja contar con los dedos.
b. Le lee los problemas para asegurarse de que los entiende.
c. Le facilita el acceso a material visual.
d. Le deja las tablas de multiplicar en papel para que las pueda consultar.
3. Las personas con dificultades numéricas son conscientes de sus dificultades y de la poca compensación que tiene el esfuerzo que realizan. Son muy sensibles al fracaso, por lo que se debe prestar especial atención a los cambios en el estado de ánimo y emocional.
4. Es muy importante que estas dificultades no se pongan en evidencia ante los demás, ya que esto puede causar alteraciones en el estado de ánimo y emocional.
Situaciones que deben evitarse:
A. Hacerle resolver problemas, cálculos o recitar las tablas de multiplicar en voz alta en clase.
B. Realizar ejercicios en la pizarra.
C. Dejar que los/las otros compañeros/as corrijan un problema/cálculo escrito por él/ella.
D. Devolverle un ejercicio escrito lleno de correcciones en color.
En general, para cualquier objetivo, se recomienda enfocarlo desde un aspecto lúdico.
Se han de potenciar los refuerzos positivos frente los hitos conseguidos, aunque sean normales para su edad, ya que esto motiva a seguir el programa de reeducación y a esforzarse más. Asimismo, se deben evitar los castigos ante el no cumplimiento de objetivos o tareas. En estos casos, se debe seguir motivando a conseguirlos.