La adolescencia es una etapa de cambios, desafíos y miedos. En ocasiones aparece la ansiedad y hace que situaciones que estaban, en un principio, controladas, acaben por desbordarnos.
El acompañamiento desde el Coaching en estas etapas facilita la exploración de todas las potencialidades del adolescente y le permite recoger recursos que anteriormente ya había utilizado para generar un nuevo mapa con el que enfrentarse al nuevo desafío.
Estas últimas semanas he presenciado como algunos de mis clientes más jóvenes eran capaces de tomar conciencia del enorme potencial que tienen dentro. Veamos un ejemplo.
Ana estaba en los exámenes finales. La relación que mantenía con su novio desde hacía tres años se rompe. Ana se encuentra desbordada, con una crisis de ansiedad tremenda. Acude a su primera consulta rota de dolor y con un miedo tremendo por perder una excelente oportunidad de ir a la universidad con una buena nota. Tiene claro qué es lo que quiere. Pero está llena de angustia y pena.
En ocasiones, nos bloqueamos cuando intentamos salir de una situación de bloqueo pensando que está todo perdido… Pero no es así, siempre hay algo de nuestra experiencia de éxito del pasado que conviene rescatar. Hacer emerger la valía y la competencia personal y relacional hace que la persona tome impulso para afrontar con energía el desafío que supone la vida en su plenitud.
Si en los momentos de inestabilidad te surgen las dudas te recomiendo que puedas volver sobre tus pasos y revises las ocasiones en las que has sido capaz de encontrar al guerrero que hay en ti. Seguramente sabes gran parte del camino que te va a volver a situar en el punto en el que quieres estar. En ocasiones, poder contar con un guía puede servirte para encontrarte de nuevo. ¡Ánimo, que tú puedes!