En mi trabajo con sistemas familiares es frecuente que me encuentra con situaciones de proceso de separación.
Ambos progenitores, por norma general, mantienen una mala relación conyugal que les lleva a plantearse la separación más allá de mantener una buena relación parental.
En algunas ocasiones, la mala conyugalidad se traslada al ámbito de la parentalidad y las disputas se llevan al terreno infatojuvenil. Este fenómeno provoca el caos y la pérdida de vínculo y de rol, aspectos tan necesarios para llevar a cabo una buena separación.
En último término, separase de la persona a la que una vez amaste no tiene porqué convertirse en la batalla más cruda que vas a tener que librar. Separarse con amor, teniendo respeto por una historia y por un futuro que será la relación con los hijos en común.
Más allá de las peleas económicas y materiales, está la situación en la que nos vamos a relacionar a partir de este momento con “nuestros hijos”. Es el único vínculo que vamos a tener que mantener, y ojalá que por muchos años.
Voy a tratar de sintetizar algunos consejos para que sea más fácil navegar en este complejo proceso de la separación cuando hay hijos en común:
Haz este pequeño ejercicio: La historia de tu relación, mediante fotografías trata de recorrer de modo biográfico cómo ha ido evolucionando. En ocasiones el amor ha acabado dando pie a una relación de compañeros. Trata de proyectar cómo te gustaría que continuara ese álbum de fotografías familiares si fueran tus hijos quienes tuvieran que completar en unos años este álbum de recuerdos familiares.
Listado de líneas rojas. Si la separación es de mutuo acuerdo tratad de acordad en qué cosas vais a ser generosos y en qué puntos no pensáis ceder. Antes de cualquier litigio judicial vale la pena que os planteéis que os estáis separando no se trata de eliminar al otro. Acordad con quien van a vivir, cuándo los vais a visitar, etc.
Cómo vamos a comunicar a nuestros hijos que nos estamos separando. Clave: la edad de los niños tiene que ver con la capacidad de comprender ciertos mensajes. Si como pareja habéis hecho agua en la comunicación, como papás os toca hablar las cosas para llegar a enviar un mensaje coherente, sin culpa y positivo en tanto que la separación es el comienzo de algo mejor que va a llegar.
En cualquier caso, si te encuentras en un proceso de separación, puedes consultar con expertos en el tema de terapia familiar.