A lo largo de la semana nos da la sensación que vamos perdiendo energía emocional, fuerza, es como si se nos apagan nuestras pilas.
Si le pusiera voz a nuestros pensamientos aparecen muchos “tengo que…”. ¿Te has dado cuenta que hay muchos “Tengo que…” que corresponden a los demás y no a ti? Es como si llevásemos una mochila que cada vez que pasamos cerca de alguien le echara una piedrecita. ¿Pesa?
¿Te has parado a pensar porqué nos sucede esto? ¿Y si fuéramos capaces de poner distancia y límites a los que quieren cargarnos?
Gran parte de la solución tiene que ver con ser capaz de decir no sin sentirme culpable. ¿Te suena? ¿Y si anteponemos nuestros intereses ante los demás? Podríamos notar algo así como…. BIENESTAR?
La Asertividad es la capacidad de poner esos límites, de expresar aquello que nos molesta y no nos gusta, a manejar una crítica, y por supuesto a decir NO.
Aquí te doy unas claves para aprenderlo de una forma muy sencilla:
Disco rayado: Imagínate que tenemos un disco en nuestra cabeza que al ponerle el play suena siempre el mismo trozo de canción. No entras en lo que te pidan, usa esta técnica
Sandwich: Como el nombre indica, pan, fiambre, pan. Primero refuerza a la persona con lo que te gusta de ella, luego dices el no de forma sutil, y luego le das otra alternativa
Cambio de pensamiento: Importante tener en mente la creencia: “Yo me merezco ser feliz”. La sociedad nos invita a que debemos estar al servicio de los demás y no es así
Llámame egoísta: Si el pensar en uno mismo, en su bienestar y calidad de vida es llamarse egoísta, pues bien, ¡quiero serlo!
Saber derivar: Ocúpate de lo que realmente es importante, lo demás, aprende a dirigir y derivarlo
Papel de “salvadora”: si pareces la salvadora de todo el mundo, te vas a sobrecargar. ¡Quítate este personaje y sé tú misma!
¿Cómo te sientes? ¿cuánto pesa ahora tu mochila?