¿Qué es la afasia?
La afasia es un trastorno del lenguaje, que se caracteriza por la incapacidad o la dificultad de comunicarse, de comprender o emitir el lenguaje, mediante el habla, la escritura o la mímica. Es un trastorno adquirido que se produce a consecuencia de una lesión en una región determinada del cerebro. Supone la pérdida total o parcial del lenguaje adquirido previamente.
¿Cuáles son las principales causas de la afasia?
Existen 4 causas principales por las cuales una persona puede tener afasia y por tanto esa pérdida del lenguaje:
Ictus: es la causa más frecuente de afasia.
Traumatismo craneoencefálico por un accidente.
Infecciones en el cerebro.
Tumores.
La recuperación de las afasias depende de la extensión de la lesión y del tipo del trastorno del lenguaje. Las afasias motoras tienen mejor pronóstico que las fluentes.
Vamos a dar unos consejos prácticos, para hablar con una persona con afasia:
1. Colócate delante de él o ella cuando le hables, en su línea de visión. De esta manera, al ver tus expresiones faciales te comprenderá mejor.
2. Hazle participe en la conversación siempre que sea posible, teniendo en cuenta que, a pesar de que tiene una alteración del lenguaje, es consciente de su entorno.
3. Cuando consiga emitir una palabra, es conveniente que no se la hagas repetir demasiado en cualquier situación. De esta manera evitarás que utilice esa palabra para nombrar todas las cosas de su alrededor.
4. Buscaremos preguntas en las que nos pueda contestar bien con sí o no, sobre temas que él necesite tratar, y más adelante con una palabra. Por ejemplo: ¿Tienes frío? Sí/No ¿Quieres un vaso de agua? Sí/No. ¿Te apetecen galletas o fruta? Y que señale el alimento que prefiere. Facilitaremos la respuesta, dándole siempre varias opciones.
5. Si durante la rehabilitación de la afasia el logopeda le enseña gestos para comunicarse, es recomendable que los aprendas para utilizarlos a la hora de comunicarte con él o ella.
6. Utilizaremos frases sencillas, simples, cortas y palabras cotidianas. Transmítele una idea en cada momento. Esto le ayudará a comprenderte mejor.
7. Seremos directos, con mensajes concretos. Si no estás seguro de que te está entendiendo, pregúntale directamente para asegurarte de que te está comprendiendo perfectamente. Por ejemplo: ¿Lo entiendes? ¿Te lo repito?
8. Cuando no le entiendas puedes decirle “lo siento, no te he entendido ¿me lo puedes repetir?” Si se desespera porque no le entiendes, puedes pedirle que tenga paciencia hasta que consigas aprender a comunicarte con él.
9. Dale tiempo para que responda, pues ahora le cuesta más pensar y responder.
10. Hablaremos en un tono de voz normal, sin chillar, evitando los ambientes ruidosos a la hora de comunicarnos con él, pues su atención es limitada y sólo puede estar pendiente de una sola cosa. También te recomiendo que le habléis de uno en uno, así se frustrará menos, por ejemplo, cuando estáis en una conversación varias personas.