A menudo el concepto de adicción es asociado al consumo de alcohol o abuso de drogas, pero es mucho más complejo y abarca muchísimas más conductas adictivas.
Podríamos decir que existe una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. Cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa.
Está conformada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos del adicto y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y/o para comprometerse en la actividad deseada. A diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son dependencias que traen consigo graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente y destruyen a nivel personal, profesional y social.
El adicto no controla su adicción sino que vive en función de ella: este es el eje y el condicionante de toda su rutina, se ve afectado por problemas de ansiedad y por lo general vuelve a caer en la adicción.Es adicta la persona que cree que no puede vivir sin la conducta adictiva, por lo cual la consume o realiza de forma permanente y compulsiva.
Podríamos seguir una secuencia evolutiva que la persona va cayendo en las redes de la adicción:
La conducta es placentera y recompensa a la persona. Esto es Refuerzo positivo
Aumenta los pensamientos referidos a dicha conducta en los momentos en que la persona no está implicada en ella
La conducta es cada vez más frecuente. La persona pierde interés por otro tipo de actividades anteriormente gratificantes
La persona tiende a quitar importancia al interés por la conducta (mecanismo psicológico de la negación). Es el “¡Yo controlo!”
Aparece un deseo intenso de llevar a cabo la conducta, esto se llama craving. Se tienen expectativas muy altas acerca del alivio del malestar que se va a sentir tras la ejecución de la conducta. Hablamos del refuerzo negativo: síndrome de abstinencia
La conducta se mantiene a pesar de las consecuencias negativas crecientes. Hay una justificación personal y un intento de convencimiento a los demás por medio de una distorsión acentuada de la realidad
A medida que los efectos adversos de la conducta aumentan, el adicto comienza a tomar conciencia de la realidad y realiza intentos –habitualmente fallidos- de controlar la conducta por sí mismo
La conducta se mantiene por refuerzo negativo, se consume por aliviar el malestar que se produce sino se consume, no por el placer que daba anes el consumir o realizar la acción. Este alivio es de cada vez de menor intensidad y de más corta duración
La persona muestra una capacidad de aguante cada vez menor ante las emociones negativas y las frustraciones cotidianas. Las estrategias de afrontamiento se empobrecen debido a la falta de uso. De este modo, el comportamiento adictivo se convierte en la única vía hacer frente al estrés
La conducta adictiva se agrava. Hasta tal punto de convertirse en el eje principal de la persona